Casi siempre se culpa al exceso de velocidad o al licor. A veces a las “fallas mecánicas”. De vez en cuando al mal estado de vías y de automóviles. Casi nunca a la falta de señalización o a que por lo menos la mitad de la que existe es antitécnica o contradictoria. Pero jamás se menciona que en Cali la mayoría de los que manejan no saben conducir. Entre otras cosas por que nadie se los a enseñado técnicamente y por que tampoco se sabe que es lo que habría que enseñar. En Colombia se mezclan indiscriminadamente el modelo norteamericano y el europeo, condimentados con no pocas invenciones y reinvenciones parroquiales. De hecho, si alguien trata de conducir aquí conforme a reglas y usos internacionales, simplemente no llega a la esquina. Todo esto lleva a que el hecho de que no se puedan o no se sepan o no se quieran respetar las normas sea el principal problema del trafico en la ciudad, circunstancia que además aprovechan los guardas, con más autoritarismo que autoridad, para sancionar...