No es ético por parte de un arquitecto limitarse a hacer literalmente lo que el cliente le pide para su vivienda, en lugar de diseñarle lo que con su experiencia y conocimiento considera que necesita, incluida la estética, para lo cual por supuesto debe oírlo a el y a su familia y amigos y conocidos metidos. Cosa que aquí casi ninguno hace, limitándose a copiar imágenes de moda en el exterior y que muestran las revistas que nos mandan, pues como le decía en días pasados Susanita a Mafalda, solo es “bueno” lo que se acepta allá, en Estados Unidos y Europa, no lo que es bueno aquí; ni siquiera lo que comprobadamente ha sido mejor aquí. Igual que ese usuario del transporte público que decía que no le gustaba el transporte ni el publico, juego de palabras que lleva a pensar en que es preciso mejorar al tiempo el transporte y el público. Que hay que educar como a un niño al clien...