Por supuesto hay que preguntarse si son arquitectura esos montajes, tan de moda en las ultimas décadas, que han mostrado, financiadas por sus autores, las revistas de arquitectura, y que la prensa aplaude ingenuamente. Y hacerlo en el sentido con que Avelina Lésper interroga al arte en su reciente libro, precisamente titulado El fraude del arte contemporáneo , pues lo cierto es que, como bien dice Julio Cesar Londoño, “ es verdad que la mayoría […] es de dudoso valor “ (El Espectador, Arte y popis , 05/02/2012). En conclusión, son arquitectura mas no apenas de dudoso valor sino que sus (i) responsables son cada vez mas demandados por los sobrecostos, pronto deterioro y problemas funcionales. Sin embargo es preciso señalar una crucial diferencia: la arquitectura siempre ha sido, además de construible y habitable, un espectáculo, muy bello por lo demás. Espectáculo desde mucho antes de la antigüedad mesopotámica de grandes zigura...