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Mostrando entradas de junio, 2008

La guerra por la paz. 26.06.2008

El apoyo ineludible de la mayoría de los colombianos a Uribe es sobre todo por su exitosa acción militar contra las FARC, pese al evidente peligro de su “bonapartismo”, como fue analizado por Álvaro Guzmán en estas páginas. Se entiende si se piensa que de su medio siglo de existencia, cerca de la mitad han estado dedicados al secuestro, el terrorismo, el asesinato y la extorsión. Crímenes que por supuesto no justifican ni explican del todo las condiciones políticas, económicas y sociales de entonces, en las que tanto se insiste como la razón legítima de su origen, y que supuestamente ellos querían cambiar pero asaltando el poder con las armas. Sin embargo, lo que muchos aun no ven es que entretanto el país cambió radical y rápidamente, pasando de menos de10 a mas de 40 millones de habitantes, el 80% de ellos ya en las ciudades. Justo al inverso de cuando Tirofijo huyó muy joven de su pequeño pueblo, perseguido por la justicia, como lo recordó Luis Guillermo Restrepo, muriendo escondid

¿Por qué no? 19.06.2008

Los arquitectos nunca habían intervenido tanto en nuestras ciudades como ahora. Antes levantaban monumentos y el resto lo hacían constructores artesanales, pero hoy se ocupan de toda clase de edificios y con fatal frecuencia creen que solo son para regodearse con ellos. Ya no los levantan sino que apenas los diseñan, mientras que antes la arquitectura era el arte de construir como dice aun el diccionario. Ahora los edifican otros profesionales, principalmente ingenieros y diseñadores industriales, agregando cada cual su parte por su lado. Para peor de males los promotores escogen a los arquitectos de moda y no a los que han realizado las mejores obras. Antes solía haber “conmitantes” cultos preocupados por el significado de lo que encomendaban y no solo por su negocio, pero la palabra ya ni siquiera se usa. Esto no tendría importancia si no fuera porque, a diferencia de otras artes, la arquitectura afecta la calidad de vida en las ciudades mucho mas de lo que se cree. Su práctica co

Más preguntas. 12.06.2008

Como suelen hacerlo aquí, una moto se trepa al anden, que por lo demás es angosto, y casi atropella a un señor. Cuando este reclama, el moto-ampón toma su casco, que por supuesto no llevaba puesto, y le pega dejándole el ojo morado. ¿Qué se hizo nuestro cacareado civismo? ¿Quién se ocupa de que los vecinos no pongan a todo volumen ballenatos toda una noche? ¿Por que las grúas que tendrían que llevar a los patios los carros trepados en los andenes nunca lo hacen? ¿Por qué nadie multa a los que se pasan el semáforo? ¿Quién controla el atropello permanente de buses y taxis? Sabemos hacer andar los carros pero no conducir, y cerca de la mitad de las señalización es anti técnica, mal emplazada, dañada, obsoleta, repetida o no se ve ¿De quien depende? ¿En donde está la policía que tendría que patrullar las calles? ¿En donde están las autoridades encargadas de impedir nuestros permanentes atropellos urbanos? ¿Quien sanea las curadurías? En San Antonio alguien, nunca se supo quien, demuele

Conclusiones necesarias. 05.06.2008

La diversidad de opiniones sobre el premio de la VI Bienal Iberoamericana de Arquitectura evidencia la necesidad de continuar el debate sobre nuestra arquitectura actual. Es un tema cultural que permitiría a los ciudadanos acceder a sus ciudades en tanto que obras de arte colectivo. Pero los arquitectos, en la medida en que intervenimos en lo que es de todos, tenemos que aprender a concentrarnos en lo razonable de las criticas que suscitan nuestros edificios, mas que en los supuestos motivos personales de los críticos; a argumentar mas que vilipendiar. Si no tenemos temor a que se construya lo que diseñamos, mucho menos lo deberíamos tener a que se lo discuta, creando ese útil "trasfondo meditativo" del que habla Milan Kundera (François Ricard: La littérature contre elle-mème, 1990). Nos permitiría desarrollar una teoría que evite que nos volvamos arbitrarios o repetitivos, al entender y aclimatar el simple gusto propio tornándolo pertinente y colectivo (Hanno-Walter Kruft