Ya en el mundo se reconoce, o casi pues no faltan los que no ven lo evidente, que la guerra en su contra ha sido un fraude inútil que sólo ha generado corrupción y violencia en los países productores mientras que en los consumidores se queda la mayoría de la plata. Pero hay intereses que no dejan que se legalicen las drogas y se traten como salud pública. “Así que –como dice Antonio Caballero- cabe una pregunta impertinente: ¿qué ganan con esa guerra perdida los gobernantes del mundo? Porque los gobernados no ganamos nada. / Salvo los narcotraficantes, claro está” (El remedio y la enfermedad, Semana, 01/05/2016). Qué intereses, habría que preguntar igualmente, no dejan que los gobernantes de Cali utilicen el corredor férreo para conformar el eje urbano Norte-Sur de la ciudad. Como se dijo en esta columna hace casi 10 años (El corredor férreo, 15/11/2007), por allí deberían p...