La cualidad de lo bello, del latín bellus “bonito”, lo es por la perfección de sus formas, las que complace la vista o el oído, en continua búsqueda de la belleza en sí dirían los platónicos. Pero si bien la belleza de una calle estriba en la armonía de sus dos fachadas enfrentadas, en una avenida ya no es apenas eso sino también su trazado, su suficiente ancho y sus extremos, y en una plaza o parque urbano ya es todo eso junto. Pero la belleza de una ciudad implica además de las de sus calles, avenidas, plazas y parques, el nuevo conjunto que forman, el paisaje natural en la que se encuentra, sus diferentes climas, y las actividades varias que se dan en ella.. y desde luego sus gentes. La belleza de una calle, ya sea recta, curva o quebrada, en pendiente o a nivel, no reside, pues, en la...