Para principiar, hay que entender que se necesita un verdadero líder, ya sea hombre o mujer, y no apenas un caudillo y mucho menos aún un demagogo. Un líder con propuestas económicas, sociales, culturales, urbanas, y, desde luego, políticas, para poder llevarlas a cabo, y no lo contrario: propuestas políticas basadas en ideologías para imponer cambios económicos y sociales. Como los define el DLE, líder es una persona que dirige o conduce un partido político; caudillo es el jefe absoluto de un grupo armado, o un dictador, generalmente militar; y demagogo es un orador que intenta ganar influencia mediante discursos que agiten a los electores; casi siempre desinformados. Como se puede leer en Internet, los líderes van acompañados, buscan lo mejor mediante consensos, saben delegar y entienden que en un grupo de iguales a veces habrá que seguir a otro y a veces tomar la iniciativa, aceptan que a veces alguien tiene más o mejores habilidades. Los caudillos van solos, son ególatras, bu...