El largo articulo dedicado a unas supuestas réplicas en Cali de obras emblemáticas del mundo (El País, 14/05/2018) no deja de ser interesante pues desde que esta ciudad fue designada como nueva capital del recién creado Departamento del Valle del Cauca en 1910, es decir hace poco mas de un siglo, no se ha hecho otra cosa que buscar “cambiarle la cara” como si la tuviera fea. Y las lamentables “réplicas” no dejan de ser simplemente ridículas, pues ni siquiera mueven a risa, y no mero kitsch, ya que no satisfacen ninguna nostalgia del ayer histórico, del que decía Hermann Broch que nada lo puede hacer con tanta facilidad como el kitsch ( Poesía e Investigación , sf) y tampoco son la pertinente repetición de lo que aquí se ha dicho (o hecho) que es como el DLE define “replicar” en su cuarta acepción, ni son una “réplica” es decir una copia exacta de algo, especialmente de una obra artística. ...