La arquitectura de nuestras ciudades nos incumbe a todos y de ahí la importancia de la Sociedad Colombiana de Arquitectos. Desafortunadamente hace años se concentró en sobrevivir económicamente, y comenzó a competir con los propios arquitectos contratando con el Estado, aprovechándose de su carácter de entidad consultora del mismo, descuidando los concursos públicos de arquitectura. Son obligatorios para las obras públicas pero últimamente, sobre todo en Cali, se asignan a dedo, recurriendo a interpretaciones acomodadas de la ley, y con el consiguiente peligro de mas clientelismo y corrupción, ante el silencio del gremio. Por otra parte no ha sido posible constituir un “colegio de arquitectos” que, como en muchas partes, vigile sus tarifas y la calidad y completes de su trabajo, de lo que además poco se ocupa el Consejo Nacional de Arquitectura. Igualmente, la orientación de su enseñanza la asumieron el ICFES y la Asociació...