Son cinco las razones para insistir en vivir Cali: el bello valle, la alta cordillera, la verde vegetación y su benigno clima, amen de una entrañable querencia en alguna hacienda; y hay otras mas, claro. De todas ya se ha hablado en esta columna mas vale la pena repetirlas juntas. El bello valle del río Cauca es tan amplio y llano; recorrer su vías y caminos o verlo desde sus dos piedemontes es un placer. Cali se ve hasta bonita desde la capilla de San Antonio, aun mas desde el mirador de Belalcazar y ya es todo un espectáculo desde la Vuelta del Cerezo en la Salida al Mar, donde apenas asoma pero con el valle al fondo y atrás la Cordillera Central. Y desde esta se pueden ver sus atardeceres en la casa de la Sierra de El Paraíso o la de La Aurora cerca de Florida; y por supuesto desde otros muchos sitios. (Isaacs: María , 1867). ...