A la memoria de Roda El arquitecto español Rafael Moneo, premio Pritzker, dice que el destino de los edificios es cambiar; verdad de a puño que Juan Antonio Roda entendía perfectamente: su bella casa en Suba, en la que intervinieron varios importantes arquitectos, tuvo muchos y permanentes cambios con y sin ellos. Prácticamente todos los grandes monumentos premodernos se acabaron después de la muerte de sus arquitectos, muchos los tuvieron varios y por supuesto todos han sido modificados. Lo que es intolerable es que otros lo hagan cuando sus autores todavía están activos, como parece ser el caso del Museo Brasileño de Escultura, de Paulo Mendes da Rocha, arquitecto ganador de la segunda edición de Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Latinoamericana. O como el necesario refuerzo sismorresistente de la terminal de buses y el aeropuerto de Cali llevado a cabo sin contar para nada con sus arquitectos respectivos. ...