Muchas editoriales presentan en su portada más destacado el nombre de su autor que el título de su libro; en los créditos de las películas aparece en primer lugar su director, aunque torpemente las salas de cine en Cali lo omiten en los avisos en la prensa; composiciones y canciones siempre tienen un autor; y en las artes visuales ha llegado a ser tan importante el nombre del artista como su arte. Pero aparte de los edificios más famosos, nunca se sabe quién es el responsable de los muchos otros que conforman poco a poco las calles de las ciudades; nada menos. Los medios nunca mencionan a los arquitectos de las construcciones de las que supuestamente informan, pero tampoco se hace en los avisos publicitarios, como ya se dijo en esta columna ( Anónimos , 01/04/2004), los que suelen ser engañosos (viva en medio de la naturaleza) además de que no dan to...