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Mostrando entradas de junio, 2006

París Cali. 29.06.2006

Allá casi todo lo bello es construido; aquí lo bello es casi todo naturaleza. Como muchas ciudades andinas, Cali esta incrustada espectacularmente en sus cerros. De ahí que levantar edificios altos a sus pies sea tan torpe. Podrían estar a lo largo del corredor férreo en donde tendrían magníficas vistas sobre la cordillera y el valle. Pero se necesitaría el respaldo, autoridad, cultura, conocimientos y visión del Barón Eugène-Georges Haussmann (1809-1891), Prefecto del Sena en la segunda mitad del XIX. Para controlar militarmente a Paris demolió sus defensas renacentistas y muchas construcciones medioevales, pero con sus nuevos bulevares le dio su indiscutible belleza y carácter a la que se llamaría Ciudad Luz. Un siglo después aquí tiraron no pocas edificaciones para valorizar terrenos y borrar la vieja imagen de Cali para los Panamericanos de1971, pero no quedo ningún bulevar o avenida nuevos, solo el (mal) llamado Parque Panamericano. Por lo contrario comenzaron a talarse los sa

El nombramiento. 22.06.2006

Como dijo el poeta Joseph Brodsky en carta al presidente checo Vaclav Havel, “quizás el verdadero civismo consista en no crear ilusiones” (citado por Alejandro Gaviria, El Espectador 18/06/2006). Las opciones del próximo presidente de Metrocali están entre seguir diciendo mentiras piadosas, resolver aunque sea algunos de los problemas de las obras del Mio, lo que es lo mínimo de esperar, o revisar todo el proyecto, lo que sería ideal pero poco probable cuando contra toda evidencia nos siguen creando innecesarias expectativas con él. Pero para no distraernos con ilusiones concentrémonos en otros temas en que sea realista su solución, si es que es posible que mientras tanto se agilicen las obras, no haya corrupción en la asignación de contratos y se escoja bien a los operadores del sistema.              Aun es tiempo de sacar la pata de la Calle 13 pues insistir en pasar el Mio por allí puede retrasar su funcionamiento varios años mas. Y no meterla en la Calle Quinta talando a escond

La ciudad al revés. 15.06.2006

Muchos defensores del Mio confunden el espacio urbano público con lo que van a poner en el. Creen que con 77 estaciones, 5 puentes vehiculares y 11 peatonales, en los corredores troncales, 635 cobertizos en los corredores   pretroncales y complementarios, y 5 terminales de cabecera y 4 intermedias, están mejorando las calles y avenidas de la ciudad. Olvidan que sus andenes son vergonzosos e insuficientes y que Cali ha visto perder una a una sus cinco hermosas alamedas de samanes para dar paso a los carros, primero, y ahora a un Mio que si parece nuestro es solo por ser tan ignorante de la cultura de las ciudades. Nos hablan de 343.000 metros cuadrados de andenes, lo que apenas significaría unos 114 kilómetros, cuando solo el centro de la ciudad, el mas necesitado de ellos, tiene unos 100. Y desde luego no se harán en el centro sino en los corredores troncales. Si es que se hacen, pues como ya quedo evidenciado en la inconclusa Carrera Primera, al menos la mitad quedará para quien sab

La discusión del gusto. 08.06.2006

“El que es bello es amado”, nos recuerda Umberto Eco (Historia de la belleza, 2002) pero Leon Battista Alberti ya insistía en el siglo XV en que la belleza no es una cuestión de gusto personal sino regida por cosas como las matemáticas y la razón (Daniel Boorstin: Los creadores, 1994). Sin embargo, como afirma Jean-Pierre Changeux (Razón y placer, 1997), la evolución del gusto, como la del arte o las creencias, no progresa aunque incorpore avances científicos y tecnológicos o se refiera a ellos. Además, como dice Giulio Carlo Argan de la obra de arte (La Historia del Arte como Historia de la Ciudad, 1984), el gusto tambien sucede en el presente. Sin embargo es difícil de definir en mensajes que probablemente asumen otras funciones en un contexto social dado, advierte Eco (Apocalípticos e integrados, 1965). Pero el hecho es que estamos rodeados por una inundación de sonidos y formas no naturales, que se producen con fines que, como dice Gilo Dorfles, no podemos dejar de llamar "

Los edificios percha. 01.06.2006

Todo comenzó a mediados del siglo XX cuando a las grandes corporaciones les dio por poner sus nombres y logotipos, en lo mas alto de sus nuevos rascacielos, en reemplazo o además de las discretas placas de bronce de antes. El enorme letrero de Panam coronando el edificio de Walter Gropius en Manhattan, cuyo remate fue diseñado para albergarlo, fue de los mas conocidos. Luego los edificios, especialmente los modernos, se llenaron de propagandas hasta el extremo de que en Times Square hay varios diseñados recientemente (y muy bien) con ese propósito. Después les dio a los museos y similares por colgar de sus sedes, viejas o nuevas, elegantes y temporales pendones. Y siempre los rascacielos mas altos sirvieron de soporte para antenas de radio y televisión, como lo fue el grande pero discreto mástil único de una de la Torres Gemelas, la   del costado norte, destruidas por el terrorismo islámico hace ya unos años en Nueva York, y que contenía, ocultándolas parcialmente, muchísimas antenas