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Mostrando las entradas etiquetadas como Demoler

El Robado. 08.11.2012

          La contundente denuncia de Salomón Kalmanovitz sobre el nuevo terminal del aeropuerto de Bogotá (El Espectador, 29/10/2012), confirma lo ya dicho aquí y por varios otros columnistas (ver www.TorredeBabel), y eso que no menciona el despropósito de demoler sin ninguna necesidad el edificio principal del terminal anterior, aparte del negocio que hay de por medio, pues se podría reutilizar para diferentes usos. Además, la verdad es que el nuevo edificio simplemente replica aquí esa arquitectura espectáculo como la de esos 22 nuevos terminales en España que son buena parte de las grandes obras públicas del gran despilfarro que se ha vivido en Europa y Estados Unidos en los últimos años, donde miles de edificios sin calidad acabaron con su economía, como lo ha señalado Paul Goldberger   (A. Zabalbeascoa, El País, Madrid 2012) .             Según Kalmanovitz a costado $1.8 bi...

Sin pasado. 20.01.2011

Además de paisajes y costumbres, la identidad de los caleños estriba principalmente en la memoria colectiva que tengan de sus edificios y espacios públicos mas significativos. Pero también en los recuerdos personales, como los de los que cruzaban el Puente Ortiz, en donde les tomaban fotos  al pasar, para recoger su correspondencia, incluidas las cartas de amor, en los bajos del Edificio Gutiérrez Vélez, en donde estaba el Correo Aéreo junto al río y al final una maravillosa “fuente de soda”. De esos edificios y espacios entrañables, como de las cartas de amor,  no queda sino el recuerdo y las fotos, por lo que vivir en Cali ahora es como haber sido desplazado, lo que no entienden los que llegaron después de su demolición. Pero que a su vez echarán de menos la Avenida Colombia actual, y de ahí la torpeza de su innecesaria modificación total.           Demolemos todo como si fuéramos ricos pero construimos pobremente, y mucho dine...

Lo moderno. 02.12.2010

Dinamitar unos edificios modernos en Cali “para darle paso a la modernidad” y querer demoler “por viejo” el muy moderno edificio del aereopuerto El Dorado en Bogotá (el contrato ya está adjudicado), muestra lo confundidos que están los que piensan que destruir en lugar de construir es progreso, avance, adelanto, perfeccionamiento . Lo que sí resulta moderno, perteneciente a nuestro tiempo, como dice el DRAE, es esa pulsión demoledora del último medio siglo en Colombia y especialmente en Cali desde los Juegos Panamericanos. Y lo mas grave es que no se reemplaza todo y cuando se hace con frecuencia no es un desarrollo, un incremento técnico y justificado de la arquitectura moderna, sino apenas su evolución estética, que es solo pasar de un estado a otro no necesariamente mejor. La arquitectura en tanto técnica se puede desarrollar pero su estética solo evoluciona, y es perverso cuando esta evolución compromete su desarrollo, como hoy entre nosotros cuando se insiste en la arquitectura...

La peste de las demoliciones. 27.07.1998

Primero fue la demolición, en las primeras décadas de este siglo, en el centro de la ciudad, de las casas de arquitectura aun colonial que dieron paso a los edificios moderno-historicistas con los que se escenifico la nueva capital del nuevo Departamento del Valle del Cauca. Después se arrasó no solo con lo que había quedado, sino también con buena parte de esos nuevos edificios, para levantar las "torres" con las que se escenificaron a su vez los VII Juegos Panamericanos. Recientemente, muchas casas, que formaban parte del mas valioso patrimonio arquitectónico moderno del país, han sido reemplazadas por esos mediocres edificios pseudo posmodernos con los que se lleno Cali con el boom inmobiliario que genero el lavado de dineros del narcotráfico.      El Teatro Municipal se construyo demoliendo una vieja casa deshabitada por haber muerto en ella una leprosa, pero los nuevos edificios del Parque de Caicedo implicaron la demolición de la totalidad de las casas del ...