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Mostrando entradas de diciembre, 2010

Del pasado. 30.12.2010

El Sr. Alberto Furman  afirma (Respuesta a columnistas, El País, 26/12/2010), refiriéndose a la columna “El cambio” (23/12/2010), que “Lo pasado pasó”. Verdad de a puño pero que no es el caso de los edificios que construidos en el pasado aun  presentes en las ciudades y que además son claves para su futuro, que era a lo que se refería la mentada columna. Y desde luego, como él dice, el problema no es que sean bonitos o no, pero si que formen parte o no de la memoria colectiva de los ciudadanos. El Capitolio Nacional,  ya casi con siglo y medio a cuestas, es para la mayoría en Colombia el símbolo de la nación, independientemente de que a muchos les parezca bello, que es muy diferente a bonito, y que algunos lo consideremos uno de los mejores edificios del país. Caso contrario es el de La Ermita, que apenas nos parece bonita a muchos y sin duda es muy discutible su anacrónico “gótico”, pero que es símbolo indiscutible de Cali y por eso un bien de interés cultural que todos debemos defen

El cambio. 23.12.2010

           A principios del siglo XX se comenzó a cambiar en el país la construcción tradicional por  la arquitectura llamada republicana (moderna en sus técnicas y funciones pero historicista en sus formas), que sustituyó con sus edifi­cios altos las viejas casas de los centros de las ciudades. Luego llegó el primer mo­dernismo, con in­fluen­cias Art deco, y simultáneamente se siguió la última moda proveniente de unos Esta­dos Unidos vencedores en la II Guerra Mundial: el Spanish  de la costa oeste y la Florida, que se conocería aquí como español califor­niano y coincidiría con el neocolonial impulsado desde la Exposición Iberoamericana de de Sevilla, de 1929.           Igualmente se contrataron urbanistas extranjeros para planificar unas ciudades que crecían rápidamente y ya no obedecían a una idea tradicional, implícita y colectiva, pero sus planes, que ignoraron ingenuamente la propiedad del suelo, ya un negocio, no fueron realistas. El de Wiener y Sert, que buscaba preservar el

Monumentos. 16.12.2010

En Cali, una ciudad muy reciente, pese a que pronto va a cumplir 500 años, son mas los monumentos demolidos que los sobrevivientes. Principiando por su traza fundacional, cada vez menos reconocible por las demoledoras vías de doble calzada con que se cruzó su casco viejo con la disculpa de los Juegos Panamericanos de 1971, pero en realidad parte de un amplio negocio inmobiliario; y por los retrocesos para ampliaciones viales, que nunca se han conseguido así en ninguna parte, que llenaron el Centro y San Antonio de hasta tres líneas de paramento, muy cercanas unas a otras, rompiendo su continuidad que es donde radica la belleza de una calle.             La mayoría de sus habitantes actuales, especialmente los inmigrantes y jóvenes, aun sin cultura urbana (como esos funcionarios que quieren “soterrar” la Av. Colombia), no ven la importancia de la Plaza de Caicedo (la Catedral, el Palacio Arzobispal, el Palacio Nacional y el edificio Otero), la Plaza de San Francisco (la Iglesia nueva,

La salida al mar. 09.12.2010

Esta larga carretera de Cali a Buenaventura, quizás la mas importante del país, es reflejo de Cali, el Valle y Colombia. Recorre muy diferentes topografías y climas que producen variados, bellos y contundentes paisajes. Primero se sube rápidamente serpenteando entre los montes agrestes de la enorme Cordillera Occidental, inmersa en la niebla o las nubes o a pleno sol, o se baja hacia la espectacular vista de la amplísima planicie del  valle del Río Cauca enmarcada por el cañón del río El Aguacatal, y a continuación, descendiendo por su otra vertiente, mirando a Dagua, poco a poco se transforma en una suave pendiente hacia el mar que se va llenado de una cerrada y muy húmeda selva tropical contra el océano pacifico, que no es tal con sus aguaceros diarios, densos y mágicos, y sus grandes tormentas vespertinas mar adentro cuyos destellos incluso se perciben desde la Cordillera Central al otro lado del valle del Río Cauca. La biodiversidad a todo su largo es una de las mayores del mundo

Lo moderno. 02.12.2010

Dinamitar unos edificios modernos en Cali “para darle paso a la modernidad” y querer demoler “por viejo” el muy moderno edificio del aereopuerto El Dorado en Bogotá (el contrato ya está adjudicado), muestra lo confundidos que están los que piensan que destruir en lugar de construir es progreso, avance, adelanto, perfeccionamiento . Lo que sí resulta moderno, perteneciente a nuestro tiempo, como dice el DRAE, es esa pulsión demoledora del último medio siglo en Colombia y especialmente en Cali desde los Juegos Panamericanos. Y lo mas grave es que no se reemplaza todo y cuando se hace con frecuencia no es un desarrollo, un incremento técnico y justificado de la arquitectura moderna, sino apenas su evolución estética, que es solo pasar de un estado a otro no necesariamente mejor. La arquitectura en tanto técnica se puede desarrollar pero su estética solo evoluciona, y es perverso cuando esta evolución compromete su desarrollo, como hoy entre nosotros cuando se insiste en la arquitectura