Dice la famosa paradoja de Zenón que el veloz Aquiles nunca alcanzará a la lenta tortuga pues la distancia siempre se podrá dividir por la mitad; pero el hecho es que no solo la alcanza sino que la sobrepasa, y de ahí la teoría de los límites, cuando una magnitud ya es tan pequeña que equivale a cero . Igual cabría pensar en que si se divide el universo se llega a nada y entonces un Big Bang da inicio a un nuevo universo, en espejo, como cuando Aquiles se aleja de la tortuga, y así una y otra vez. ¿Tendría razón Nietzsche en lo del eterno retorno? No en vano pensaba que “no hay hechos sino interpretaciones” y que esta también lo es (citado por María Teresa Oñate, Posmodernidad , 2015, p.71). Mientras tanto es preciso actuar, aquí y ahora, pero sin caer en la equivocada interpretación de que se trata de todo o nada, para defender la vida humana en e...