Para Margarita Mera Becerra Hoy no hay ciudad de verdad sin zoológico. Cali lo tiene pero muchos lo ignoran. Si mas gente fuera a observar sus animales tal vez dejaríamos de ser tan bestias en nuestro comportamiento ciudadano. Los antitaurinos, en lugar de preocuparse de la muerte de los toros bravos en la plaza, que los hay en abundancia, deberían ayudar, mejor, a la conservación de la vida de las muchas especies en extinción en el país. Como la de los majestuosos cóndores de los Andes tropicales –nuestro símbolo nacional- contra la cual en el Zoológico de Cali luchan con éxito pero que hay que apoyar ahora y no cuándo ya para que. Viendo frecuentemente su pasmosa belleza y la de los otros muchos animales que tienen allí ¿qué tal el Tigre de Bengala?, tal vez se nos mejoraría nuestro mal gusto. Los animales lo reconcilian a uno con la vida. Igual pasa con los ...