No poder salir de casa la convierte en una cárcel y entre más pequeña peor semejándose entonces a la celda de una prisión, la que desde luego no quieren ni siquiera los habitantes de la calle; además para poder entrar a una casa y disfrutar de las emociones que brinda su recorrido es preciso haber salido de otra. Por eso y para poder estar afuera en los meses de verano o cualquier día del año en el trópico caliente o medio, es una delicia contar con una piscina en casa o si es un apartamento que el edificio disponga de una común, por que ir a un club ya es otra cosa; y a falta de piscina los patios y solares, las terrazas y azoteas, y los balcones, se vuelven indispensables para poder estar afuera. Piscinas que en algunas casas en ciudades como Cali y su entrañable clima, recuerdan los bellos baños de las bellas casas de hacienda del valle alto del río Cauca en Colombia, excavados en el suelo y recubiertos con sillares de piedra, de planta circular o alargada, y con una chorrera d...