Desde luego ninguna ciudad nunca ha estado terminada, ni siquiera Brasilia, y de otro lado, como dijo Rafael Moneo, “el sino de los edificios es su permanente cambio” y por eso mismo […] adquieren importancia cuando completan algo mas amplio que ellos, la ciudad” ( La vida de los edificios, 1985 ) . Pero otra cosa muy diferente es cuando los proyectos urbanos se pagan pero ni siquiera se inician, o las obras no se terminan o quedan incompletas o mal construidas, y por supuesto las ciudades pierden importancia cuando se demuelen los edificios que se la daban. Es el lamentable caso de Cali: una ciudad inconclusa y siempre tratando de “cambiar su cara” pero dejando peor la ciudad. Y ahora cae del cielo exterior “A masterplan to redensify the valley…” para celebrar en 2036 la fundación de Cali, ignorando universidades y gremios locales de urbanistas, arquitectos e ingenieros, y...