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Mostrando entradas de junio, 2001

Con circo pero sin "pam". 28.06.2001

Mientras que la ciudad se olvida de si misma con el opio de la Copa América y la frivolidad de lo que llaman "las tascas" y se engolosina con el mal gusto de lo que se cree su "enlucimiento", el alcalde amenaza con "hundir" su metro. Pero no con hacerlo subterráneo (que no sería necesario, precisamente) sino con abortar todo el proyecto mismo de transporte masivo.            Mientras tanto Metrocali ignora el sensato llamado que los vecinos de la Carrera 80 hacen para que no se destruya insensatamente lo que ya existe allí, repitiendo la lamentable historia de la prolongación al sur de la Avenida de Circunvalación, y nadie le para bolas al sorprendente ofrecimiento de los transportadores. Dicen ellos, con toda la razón, que el problema del transporte en Cali se debe es a la desorganización de su trafico y al mal estado de sus vías, y piden -y ahí esta el mico que hay que arrebatarles- que se destinen los dineros del metro a su arreglo, y aseguran -cont

Torres & "torres". 21.06.2001

Desde los zigurats mesopotámicos, como el Templo Blanco en Uruk (o Warka) levantado aproximadamente en 3000 a.C., las torres se levantaron para buscar a Dios o tal vez solo señalarlo. Después, como en San Giminiano, Bolonia o Siena, para mostrarle al mundo el poder de los poderosos: la Torre del Mangia, de 102 m, la más alta de la Italia medioeval, fue construida a partir de 1288 para que, símbolo del Palazzo Pubblico, sobrepasara a las del palacio Ducal y la catedral, situadas en las pequeñas colinas que rodean el Campo, plaza principal de Siena. Mas tarde las torres se construyeron para llamar a los fieles desde lo alto, como el célebre campanario inclinado del Campo de los Milagros de Pisa terminado en 1350, o la Giralda de Sevilla, primero como el alminar de 50 m de altura de la mezquita aljama, iniciado en 1184   por Ahmad ibn Baso y terminado en 1195 por Alí de Gomara, y luego, y más alto aún, como el campanario barroco de la enorme catedral gótica de la ciudad, añadido por los

Los semáforos. 14.06.2001

Este antiguo invento regula la velocidad del transito y permite que los automóviles puedan cruzar en orden las esquinas. Y que los peatones también lo puedan hacer. Aquí se olvidaron de este pequeño detalle y hace años vienen eliminándolos para que la circulación sea más fluida. Esto ha llevado a que las vías sean más rápidas y muchas se han vuelto muy difíciles y peligrosas de cruzar. Entonces las juntas de vecinos hacen poner "policías acostados" para reducir su velocidad con el resultado de que los peatones siguen cruzando como puedan por cualquier parte pues estos sorpresivos obstáculos lo único que logran, pues poco se ponen avisos anunciándolos, es causar muchas frenadas y algún choque. En realidad, en Cali no hay un solo semáforo peatonal, es decir, que detenga todos los carros para que los peatones crucen en todas las direcciones. En el centro de la ciudad habría que circular haciendo demoradísimos y complicados recorridos en zig zag que con toda razón nadie hace. P

¡El carro o la vida!. 07.06.2001

Mientras que en París o Quito, recientemente   en Bogotá, o incluso hace años en Manizales, se eliminan carriles de carros para ampliar los andenes, en Cali se amplían aún mas las avenidas de calzadas dobles con las que a mala hora se sitiaron y cruzaron sus cascos tradicionales y, lo que es peor, se procura disponer todos sus carriles en el mismo sentido de circulación. ¿Cuando abandonaremos ese horripilante modelo norteamericano de autopistas en medio de las ciudades, carros inútilmente potentes e innecesariamente grandes, enormes pero insulsos malls y casas unifamiliares pegadas unas a otras en esos suburbios sin plazas ni calles ni gentes, que tanto daño le ha hecho a esa bella y potente tradición hispanoamericana tan antigua aquí como nuestra común lengua y cultura que es la ciudad occidental hoy ya varias veces milenaria?           Desafortunadamente también desde el inicio estamos inmersos en la mentira, como dijo Octavio Paz en "El laberinto de la soledad", en don

La arquitectura y las artes. 01.06.2001

Este país dejo ya de ser campesino pero no alcanzó a tener ciudades cuando ya las estábamos destruyendo a partir de una concepción ingenua e ignorante de la modernidad. Su imposición, mas ideológica que real, deterioró rápidamente sus centros históricos y muchos pueblos. El paradigma era un nuevo diseño totalizador, que metía en un mismo saco conceptual la arquitectura, el urbanismo y las artes, entendido como una técnica moderna que permitía nada menos que la aplicación de la ciencia a todo incluyendo la vida social y espiritual del hombre. Ya es tiempo de que la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo, y su práctica, vuelvan ha ser cruciales para ciudades y ciudadanos pues su total fracaso es evidente desde hace años, debido al empobrecimiento de la arquitectura y la ciudad causados por el uso acrítico y trivial de los paradigmas de la arquitectura moderna, al tiempo que se olvidaban sus mejores enseñanzas y se usaba su gran desarrollo tecnológico solo para levantar codiciosas