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Mostrando entradas de julio, 2004

Ambientes, espacios y volúmenes. 29.07.2004

En las escuelas de arquitectura los profesores y alumnos se ocupan principalmente del volumen de los edificios mas que de sus espacios y menos aun de sus ambientes. Las imágenes que se muestran en las clases de historia o se ven en las revistas son la mayoría de las veces de volúmenes y casi nunca de espacios y, desde luego, los ambientes son muy difíciles de fotografiar. Las maquetas invariablemente se miran como objetos volumétricos y apenas quedan los planos, que son un abstracción de dos dimensiones para representar volúmenes y espacios que en arquitectura no tienen solo tres dimensiones sino que se recorren en el tiempo y cambian con el paso del día y las estaciones. Rara vez se mencionan los materiales propuestos: su forma, color, matiz y textura, ni su despiece. Y casi nunca los ambientes. Las fachadas, que son las que limitan los espacios exteriores de los edificios, y que conforman nada menos que la ciudad, se dibujan como si todos sus componentes estuvieran en un solo pla

Las ciudades siempre son viejas. 22.07.2004

Los vestidos siempre son nuevos. Cambian con las estaciones, las horas del día o la pompa y circunstancias; terminan por quedar pronto dañados y se regalan o votan, y solo algunos pocos van a parar a los museos en donde se los conserva solo para ser vistos. Lo mismo pasa con los muebles -o los carros, aviones o barcos-, que aunque duran muchísimo mas, tienen mas o menos el mismo destino. O incluso los edificios, pues apenas los que se convierten en museos de si mismos siguen siendo mas o menos como fueron, ya que la mayoría se adaptan a nuevas exigencias o simbologías o se demuelen. Las ciudades, por lo contrario -y no solo las que ya están en ruinas-, siempre son viejas. Pero ni siquiera Venecia es solo museo de si misma pese a que como dice el poeta Joseph Bro­dsky sea la mayor obra de arte que ha producido nuestra especie. Las ciudades “nuevas” duran años en ser construidas de manera que sus primeros edificios y espacios urbanos ya son viejos cuando aun no se han comenzado los ú

Los edificios y sus circunstancias. 15.07.2004

La buena arquitectura siempre ha sido el arte y la técnica de hacer que los edificios no solo se adecuen a sus circunstancias sino que lo expresen poéticamente. Que respondan con belleza al clima, paisaje y tradiciones de los lugares en los que se implantan. Que se ajusten estéticamente a los recursos existentes, los usos para los que se proyectan y las expectativas, costumbres y modo de vida de sus usuarios. En esta época deberían además ser sugestivamente ecoeficientes. Y reciclables pues todos duran muchos mas años que los conmitantes que los solicitaron y las circunstancias en las que se construyeron. Sus usuarios cambian ahora ineludiblemente y esperan de ellos nuevas posibilidades y emociones. Su arquitectura con frecuencia vuelve y juega. Solo algunos monumentos son pura poesía.           Los edificios deben manifestar un sentimiento hondo y perdurable de la belleza arquitectónica que plantean, la cual esta determinada por el contexto urbano que los rodea o el paisaje natura

Arquitectura y Lugar. 08.07.2004

Inseparables durante milenios, ya escasamente tienen que ver una con el otro. Los lugares son cada vez mas parecidos entre ellos mientras los edificios se vuelven cada vez mas simples objetos, como lo son carros y aviones. Los suburbios del tercer mundo occidental son cada vez mas semejantes; de México a Buenos Aires, de La Habana a El Cairo. El mismo desorden y mugre, los mismos “cables de la luz”, la misma proliferación de postes, la misma invasión de carros viejos y hasta los mismos colores amarillos que anuncian las mismas ferreterías. El mismo kitsch   de la arquitectura popular, que es la que se ve pues la de los arquitectos solo la vemos los demás arquitectos de vez en cuando en nuestras escasas revistas de arquitectura, y casi siempre son solo versiones desafortunadas de las modas internacionales. Sin embargo el problema sigue siendo el de siempre pues como lo expresaban los antiguos mayas: “De varias clases se hacen los edificios, los hay en los que sólo puede vivir el esp

El Centro de Convenciones. 01.07.2004

Tiene razón Diego Martínez Lloreda: hacerlo en el sur es un error. Por lo contrario el potencial de las viejas instalaciones de la Industria de Licores del Valle es enorme por estar cerca al centro tradicional de la ciudad, con el que se relacionan por el par vial del Río Cali y por el rió mismo. Y por su fácil comunicación con el resto de la ciudad y la región por la vía férrea y el par vial de la 25 y 26, que la atraviesan desde Yumbo a Jamundí. Sería el inicio de una renovación urbana a fondo de este amplio sector, de beneficio indudable para Cali. Allí, en el centro geográfico de su área metropolitana, hay ya importantes equipamientos como la Estación Central y la Terminal de Buses, el Cementerio Central (que debería ser un parque, como en muchas ciudades), las bodegas del ferrocarril (nuevamente abandonadas) y el antiguo edificio de Molinos Titán (cuya reutilización se debería acometer). Un gran centro de convenciones, eventos y exposiciones, y de ferias industriales y tecnol