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Mostrando entradas de agosto, 2010

Adiós… 26.08.2010

          Como viene pasando en  Cali desde cuando hace cien años pasó a ser la capital del nuevo Departamento del Valle del Cauca, y en general en el país desde el primer Centenario de la Independencia, acabaremos con otra tradición urbana de mas de sesenta años . El Restaurante Paseo de los Turcos se va ha cerrar para dar paso a la incomprensible demolición, pues se pueden remodelar e incluso quitarles uno o dos pisos, de los edificios que conforman ese viejo pórtico en la llamada manzana “T prima”, en donde se hará la “Plazoleta de la caleñidad”, dejando apenas el de la esquina, y en donde previamente se había tirado una casa con valor patrimonial para improvisar un estacionamiento para el Municipio. Pensar que regresará allí cuando se termine el nuevo edificio que se hará quien sabe cuando, es ingenuo.           El proyecto había sido objeto de un concurso publico de arquitectura hace unos años, como manda la ley, y adjudicado y pagado. Pero fue realizado nuevamente por otros a

Haciendas. 19.08.2010

            Son esencia de lo vallecaucano por su papel político, económico, social y cultural en una comarca caracterizada por ellas. Ejemplo de la arquitectura que deberíamos hacer hoy, pues siendo españolas tienen raíces prehispánicas y afrontan el trópico. Pero preferimos imitar, y mal, formas foráneas que la mayoría solo ve en la reproducción ocasional en la prensa nacional de las fotos engañosas de las revistas especializadas que nos llegan, que son las que ven nuestros arquitectos de moda. Vale la pena, pues, hablar de ellas, y visitar sus entrañables casas alrededor de Cali y Yotoco y, en “la otra banda”, Quilichao, Florida, Cerrito y Buga, o al menos verlas en las fotos de Sylvia Patiño ( El Alférez Real , y, María ).             Belalcazar, buscando salir al mar, dio con este valle de buen clima y bellos paisajes. Pero amenazaban los pijaos y sus encomiendas quedaron en su ancho y fértil sur. En el XVIII, el asedio ingles a las colonias llevó a los Borbones a privatizar

¿Cultura? 12.08.2010

          El Ministerio de Cultura debería ser tan importante como el del Interior. La política es parte de la cultura y no lo contrario, nos recordó Milan Kundera hace años. En él no cabe decir, como lo hizo la Ministra Garcés, que se dará prioridad al teatro y las danzas, tema si acaso de un viceministerio de las artes, con que, claro, debería contar. Y, además, la educación debería ser otro viceministerio, que vea que escuelas y  colegios tengan bibliotecas y bandas de música y no de guerra, y haya mas institutos como el SENA y  menos universidades, y que en ellas se investigue. La cultura es mucho mas que deporte, recreación, gastronomía, educación, literatura, música y artes, y por eso debería tener también un viceministerio, no de la vivienda, como existe actualmente, si no de las ciudades. Tema tan importante y actual que la creación, incluso, de un ministerio de la ciudad, será el asunto principal del Congreso Nacional de Arquitectura, en Cali en Octubre, coordinado por la Soc

El cliente. 05.08.2010

          Como lo dijo el gran arquitecto norteamericano del  XIX, Henry Hobson Richardson, el primer principio de la arquitectura (trabajo o deber, hay varias versiones) es conseguir el encargo, en lo que insistió, décadas después, el húngaro Marcel Breuer: “Un pintor hace algo y entonces lo vende; un arquitecto lo vende primero y después lo hace” (Sargent, Profile of Marcel Breuer , c.1971). Los negociantes de propiedad raíz se dicen promotores para disimular, las escuelas de arquitectura se quedan si mucho en los usuarios, y los historiadores del arte los llaman mecenas. Pero poco se habla de los clientes pese a que reúnen en una sola persona (y sus familiares y amigos y asesores ad hoc) al promotor y el usuario, y a que el éxito de un arquitecto es convertirlos en mecenas que utilizaran asiduamente sus servicios. Las Pirámides no existirían sin el faraón Zoser ni el templo de Hatshepsut sin la Reina. Ni el Partenón sin Pericles ni el Panteón sin Adriano. Ni Santa Sofia sin Justi