“No son genios lo que necesitamos ahora” clamaba hace medio siglo el reconocido arquitecto catalán Jose Antonio Coderch ( Domus , 11/ 1961), poco antes de que comenzaran las décadas de la muy buena arquitectura en España, como la estimaba Wiliam Curtis ( Una perspectiva histórica/España durante los ochenta . A&V Nº 24, 1990), la que lamentablemente terminó en lo que Coderch temía, y que ahora que ya no la quieren ni pueden allá nos la quieren imponer aquí. De ahí que sea urgente formar buenos diseñadores de edificios y no “estimular” genialidades. Por esta fatal equivocación, generalizada con la proliferación de nuevos programas de arquitectura en el país, y la carencia de buenos profesores, nuestras ciudades se han vuelto colchas de retazos. Todo se diseña sin ética profesional como si fuera único por los que se creeen genios de la estética, y no como discretas partes de ciudades, que siempre habí...