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Mostrando entradas de diciembre, 2018

Tres años después. 27.12.2018

De nuevo, y otra vez con la venia de Paul Johnson, quien opina en Al diablo con Picasso, 1997, que no se deben tratar intimidades en las columnas de opinión, me permito contarles, aprovechando que mañana 28 es el día de los inocentes, que de nuevo me encontré con ella, pero esta vez menos gruesa y mas erguida por lo que se veía mas alta y sin duda mucho más célebre. Esta vez caminaba por la Carrera Cuarta hacia la Calle Quince pero más rápido y cantando ya no bajo el sol como la primera vez sino bajo un cielo encapotado y con amenaza de lluvia. Era María, que fue como titulé esta columna el 08/10/2015, escrita de un tirón media hora después de habérmela encontrado hace tres años. Media cuadra después de la Plaza de Caicedo (de nuevo hay que decir que así está escrito en el pedestal de la estatua del prócer) ya no estaba el hombre muy alto, bien parecido y de profunda mirada, que parecía indio de la India, que la guiaba la primera vez, como desde una torre de control, gritado: ¡ojo

Chicago Cali. 20.12.2018

  Su área metropolitana tiene nueve millones de habitantes pero Chicago sólo casi tres y bajando, como Cali y poblaciones vecinas pero subiendo. Desde O’Hare, el aeropuerto mas grande de USA y sexto del mundo, hacia el downtown, es como la vieja Bogotá pero, de repente, el Loop sí que recuerda tantas   ciudades que en todas partes imitaron los rascacielos que se inventaron allí después del gran incendio de 1871, aunque sin los de Ludwig Mies Van der Rohe, o el John Hancock Center de Skidmore, Owings and Merrill , o la Torre Sears de Bruce Graham, o los dos de Marina City de Bertrand Goldberg ni, desde luego, el Home Insurance Building, 1885, de William Le Baron Jenney , primero en el mundo. En Cali fue la explosión de 1956, que destruyó parte de la ciudad, entonces de 300 mil habitantes, la que dió inicio a una renovación urbana que se disparó para los Juegos Panamericanos de 1971, ya con casi un millón, y lo ”moderno” remeplazó lo “viejo” con puentes y vías sin andenes ni continui

Simetría, interacciones y unificación. 13.12.2018

La búsqueda de una teoría del todo se basa en estos tres aspectos (Rafael Andrés Aleman Berenguer, En busca de la teoría del todo, 2016, p.11) y lo mismo se podría decir de la de una buena arquitectura. La simetría ya esta está presente en el tratado de Vitruvius, tanto en la función (utilitas), la construcción (firmitas) y la forma (venustas), la conocida triada mas el emplazamiento del cual incluso escribe más, a los que hay que agregar la proyectación. Y por supuesto esos cinco temas interactúan pero es su unificación la que permite su aporte a la ciudad. En conclusión, el caos urbano se da por la falta de unificación, interrelaciones, simetría, o, como en Cali, su suma…la que en verdad es una resta.  La simetría ya está en el emplazamiento, función, construcción y forma, pero igualmente en la proyectacción. Por ejemplo cuando se presentan alturas similares a los lados de un monumento más alto; o cuando existe un equilibrio entre diferentes usos de tal manera que olores, ruido e

Continuidad. 06.12.2018

  Con lo ya construido hay dos opciones opuestas: demolerlo o reutilizarlo, ya que sólo los monumentos se deben conservar estrictamente como tales. Pero si se demuele al menos se pueden reciclar los escombros y no tirarlos en cualquier parte y usarlos para nuevos agregados y rellenos, y sus elementos como ladrillos o tejas o partes metálicas o de madera por supuesto se pueden reutilizar, conservando o no la pátina que el paso del tiempo les ha agregado.   Para reutilizar lo construido hay que darle mantenimiento oportuno y periódico, eventualmente restaurar elementos y partes e incluso reconstruirlas. Y necesariamente hay que renovarlo pues en ciudades que crecen tan rápido hay que adaptarlo a las nuevas circunstancias de su entorno, a los nuevos gustos y desde luego a su nuevo uso si es que este cambia, pero igual si es el mismo ya que los usos también evolucionan rápidamente.   Es lo que en Cali aún muchos no entienden cegados ya sea por la codicia, ignorancia o corrupción. No