En esta novela de Niklas Natt Och Dag, de 2020, se vive la importancia del agua en muchas ciudades, como Cartagena de España, Granada, Cádiz, Santa Marta, Cartagena de Indias, Santa Cruz de Mompox, tan bellas como la Estocolmo de 1793 cuando “vista así, en el crepúsculo, es hermosa, y cuanta más agua hay entre ella y quien la observa, más bonita es” (p.119) y lo sería Cali si se recuperan sus siete ríos. Pero también se vive el comportamiento de sus gentes, tal como lo describe Robert Greene en Las leyes de la Naturaleza Humana, 2018, y la violencia propia del ser humano a lo largo de su historia como lo recuerda de nuevo Peter Frankopan en El corazón del mundo, 2015. Cómo no recordar el fuerte de San Felipe de Barajas de Cartagena de Indias cuando en la novela se menciona “la fortaleza octogonal de Kastellholmen” (p.61), o a Cádiz cuando se refiere a “las calles en torno al lago Fatburen” (p.77), o cómo no recordar el Teatr...