El muy interesante y hoy muy pertinente libro reciente de John Higgs, Historia alternativa del siglo XX , 2015, concluye anunciando que: “Ya no hace falta un ónfalo” (p. 319). Como lo descubrieron Picasso o Einstein o Stravinski a principios del siglo pasado, ese concepto antiguo del centro del mundo, o lo que se creía que era el centro del mundo, en realidad dependía del punto de vista del observador, como sucede en una pintura cubista o en el espacio sideral o escuchando La consagración de la primavera y mejor viéndola. Y lo extraño, y es justamente el tema del libro, es que se descubrió casi simultáneamente desde diferentes campos como el arte, la política, la música y la ciencia. Es precisamente lo que en este país les ha pasado –pero para mal- a ciudades como Cali a partir de la década anterior a los VI Juegos Panamericanos, que perdieron su centro histórico. Se lo deformó con un absurdo Plan Vial, se de...