En su reciente libro, Una herencia incómoda, 2014, Nicholas Wade, licenciado en Ciencias Naturales por el King´s College de la Universidad de Cambridge, llama a distinguir entre el racismo, un constructo social, y la realidad biológica (p. 4) pues “la ciencia trata de lo que es, no de lo que debiera ser” (p. 14), y las ideas sobre la raza son peligrosas cuando se conectan a programas políticos (p. 44). Desde holocaustos como el de los judíos, que no es el único, hasta eso de llamar “afro descendientes” apenas a los negros ya que amarillos y blancos también vienen de allá, solo que hace unos 50.000 años, como ya quedó esclarecido al descifrar el genoma humano en 2003, lo que “ha planteado muchas preguntas interesantes, pero embarazosas” (p. 7). Como igual lo son algunas que es preciso hacer sobre nuestras ciudades actuales. Señala Wade que la virtud que distingue a los seres ...