Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2015

El lío de la Plaza. 26.02.2015

Tiene razón el Alcalde Guerrero en que se conserve la Plaza de Toros como un icono urbano, con “las remodelaciones necesarias para que también sea un escenario multiusos, que sirva para espectáculos públicos de gran asistencia” (El País, 20/02/2015). Ya es suficientemente claro que el fin de los toros no debe significar el de la Plaza, ni como hito ni como escenario, ni de los muchos árboles existentes en el actual parqueadero, coincidiendo con lo dicho cuando se planteó el tema por primera vez ( ¿Por qué no? 06/05/2004). Sin embargo, aunque la Ministro (e) de Cultura, María Claudia López, habla de “proteger los árboles que la circundan y garantizar que lo que se construya, sea de uso comercial u otra cosa, sea respetuoso con el entorno urbano” , e l problema es que los únicos parámetros a los que se refiere, de los establecidos por el Consejo Nacional de Patrimonio, no solo permiten construcciones a escasos 45 metros de la Plaza hacia el sur y 60 hacia norte, casi de su misma a

Más andenes. 19.02.2015

De todos los medios para moverse en las ciudades, el primero y principal son sus andenes, como se llaman aquí, pues siempre se comienza y termina caminando para usar una bicicleta, una moto, un carro, un taxi, un bus, un tren, o un coche en Palmira, un helicóptero en Nueva York o un “ vaporetto” en Venecia. Pero estas superficies pavimentadas a los lados de las calles, junto al paramento de las casas, igualmente sirven, en cuanto espacio público , para otras actividades sociales, comerciales o culturales. Y ahí comienzan sus muchos y vergonzosos problemas en Cali, pues son muy estrechos y cualquier otro uso que se de en ellos dificulta la circulación de los peatones, sobre todo cuando descaradamente se estacionan carros allí, obligando a que los peatones se bajen a las calzadas, siendo, hay que repetirlo una vez mas, la mayor causa de muertes en los accidentes de tránsito junto con las motos; no es sino oír el ruido permanente de las sirenas de las ambulancias que se los disputan.

Semáforos sincronizados. 12.02.2015

En Cali, como cada vez mas en los países mas desarrollados, cada vez menos gente usa permanentemente vehículos automotores, pues muchos van en bicicleta o solo caminan, ya sea porque les “toca” como aquí, o porque lo han escogido como allá y cada vez mas aquí. Pero lamentablemente en Cali, la inaudita carencia de andenes amplios, llanos y sin obstáculos, y que los que conducen carros y motos poco respetan a los peatones ni les han enseñado a hacerlo, es la mayor causa de muertes en los accidentes en sus calles como ha informado la prensa. E n todas partes se construyen túneles para los vehículos con el objetivo de liberar las calles para los peatones, y poco a poco se restringe la circulación permanente de los carros particulares por los centros de las ciudades, los que se dotan de grandes parqueaderos públicos en su periferia para que después de dejarlos en ellos la gente camine ( www.carfree.com ), o use un transporte publico ligero como en Viena . Y en muchas ciudades pequeñas s

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re