Tal parece que la incertidumbre de la Plaza de Toros de Cañaveralejo se quiere tratar de solucionar de un plumazo olvidando que es u n Bien de Interés Cultural, BIC, protegido legalmente como patrimonio de la nación y en consecuencia con el uso del suelo alrededor restringido. El punto es que se trata de un edificio y un espacio urbano de valor histórico, urbanístico y arquitectónico, y sobre todo de un especial significado y uso para la ciudad. En razón de lo cual de ninguna manera sería conveniente permitir que la Plaza y sus áreas inmediatas se conviertan en algo meramente comercial, como está pasando con la plazoleta de la caleñidad Jairo Varela (o como al fin se llame) invadiéndola poco a poco con tenderetes, mal ubicados además, como pasará en el “bulevar” del río (cada vez con menos río) cuando se cansen de vigilarlo y cuidarlo para unos poco con el dinero de todos cuando el resto del Centro es una vergüenza. En conclusión no se deberá desafectar el uso del suelo alrededor...