Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2018

Vivir ciudades. 25.01.2018

Parodiando al arquitecto Manuel Lago, para mejorar a Cali hay que estarse yendo. Vivir otras ciudades para apreciar la propia, y evitar las trampas de la modernidad. Saber ver sus bellos cerros, farallones, cordillera, valle y la otra cordillera enfrente y a lo lejos, lo que tuvo que recordarles a sus fundadores la vega Granadina. Ver en muchas ciudades del mundo que las fachadas urbanas, casi siempre horizontales, están conformadas por fachadas arquitectónicas verticales, permite entender lo equivocado de poner en las calles esas fachadas también horizontales y con retrocesos y salientes de la arquitectura moderna, pensadas para edificios aislados, y no entre medianeras dejando feas culatas. Entender que arborizar los andenes no sólo mejora el medio ambiente de calles y ciudades, sino que también las vuelve bellas; y en las ciudades del trópico caliente se les da sombra todo el año, y los hace confortables y agradables para caminar, que es el principal componente de la movilidad e

El poder del voto. 18.01.2018

          Para poder cambiar el país, principiando por sus ciudades, en las que ya vive la mayoría de sus habitantes, y proteger sus muchos pequeños pueblos y campos, es preciso cambiar su política. Y para poder cambiarla es indispensable votar libremente y por propuestas. De ahí que sea  inaplazable educar mucho mejor a sus ciudadanos, y por supuesto no basta con dar de nuevo clases de historia en los colegios. Para entenderlo basta con leer el libro de Sergio Fajardo: El poder de la decencia , 2017, breve y conciso, y ya en su segunda edición, o al menos lo que se comenta cada vez mas del mismo, por ejemplo en Las2orillas o Kienyke y columnistas de este y otros medios.           En Colombia no hay una preocupación colectiva por la educación y ese es el mayor obstáculo para solucionar sus muchas necesidades y viejos y nuevos problemas. Justamente por eso hay que educar en un sentido mucho mas amplio: “La educación integra ciencia, tecnología, innovación, emprendimiento y cultura,

Silencio cómplice. 11.01.2018

            Muy pocos arquitectos hemos señalado el que en los medios de comunicación no suele darse el crédito del responsable del proyecto del que hablan, promocionan o simplemente mencionan. Y menos aun somos los que hemos protestado, como lo acaba de hacer pertinentemente el arquitecto Willy Drews, cuyas dos cartas a la revista Semana al respecto de su “información”, llena de datos irrelevantes sobre el Centro Internacional de Convenciones Ágora, en la edición 1850, fueron groseramente ignoradas ( Arquitectos anónimos, Torre de Babel, 12/12/2017). Pero la Sociedad Colombiana de Arquitectos, SCA, y las facultades y escuelas de arquitectura del país al parecer ni se han enterado.             El hecho, mucho mas grave de lo que al parecer cree este gremio profesional, es que en las ciudades colombianas la arquitectura, incluyendo el urbanismo y el paisajismo, suelen ser ignoradas. Al punto de que en Cali, por ejemplo, no se considera que el director de su Secretaria de Planeació

Resumen. 04.01.2018

          Desde la primera entrega de esta columna ( La destrucción de una tradición , 04/05/1998) hasta esta, la numero mil ocho, casi veinte años después, se ha insistido principalmente en solo tres temas en lo que respecta a Cali en tanto que artefacto: La necesidad de definir el área metropolitana de la ciudad. Su posible sistema vial a partir del corredor férreo, el rediseño de las vías, y los andenes a construir. Y, por último, el patrimonio construido ha reutilizar, renovar, o restaurar si se trata de un BIC. Además se ha aludido al deplorable comportamiento de los caleños en el espacio urbano público, sobre todo en las calles, y su poco respeto por los otros en los vecindarios.           Se ha insistido repetidamente en la necesidad de definir el área metropolitana de Cali, la que debería incluir las partes al otro lado del rio Cauca pertenecientes a otros municipios, y la totalidad de los municipios de Yumbo y Jamundí, pero con un cinturón verde alrededor de la ciudad, par