En varias oportunidades se ha insistido en esta columna sobre la conveniencia, para la calidad de vida en Cali, que los cruces viales a desnivel sean subterráneos, como los que se hicieron hace muchas décadas en todos los cruces del ferrocarril dentro del área urbana de la ciudad (pese a que a veces se inundan por falta de mantenimiento), y no mediante aparatosos viaductos y puentes peatonales que no pueden usar los que mas los necesitan. Es justo el caso del hundimiento propuesto de la Avenida Colombia, pero el problema es que está al frente del Edificio Pielroja, La Ermita, el Teatro Isaacs, el Puente Ortiz y el Puente España, y también en el área de influencia de la Plaza de Caicedo y el CAM, que son patrimonios nacionales, departamentales o municipales, por lo que su diseño debe ser avalado por el Comité de Patrimonio de Cali, el Consejo de Patrimonio del Departamento y el Consejo de Monumentos Nacionales, y por supuesto por el Dagma porque está al lado del Parque Uribe Uribe...