Mientras que no se pueda salir más a las calles, plazas y parques cuando se quiera y no apenas cuando se necesite, es el momento de apreciar a fondo el poder estar en casa, placer que los que no las tienen, o que son precarias, tienen que buscar siempre afuera. Apreciar sus patios, jardines, balcones, terrazas, estaderos, estudios y los buenos baños pensados para el placer y no apenas el aseo. Patios, ojalá con agua que permita reflejos ya que, como dice Jorge Luis Borges, son “el declive por el cual se derrama el cielo en la casa” permitiendo salir a la naturaleza estando dentro de la casa; a ellos vienen los pájaros a buscar comida y en ellos se pueden tener pequeños animales que se pueden contemplar y no apenas ver, o grandes leones de piedra como en la Alhambra. Jardines, con sus hojas de variados verdes y sus flores de diversos colores son el adorno de las casas, y en los conjuntos de apartamentos pueden ser su patio común e incluir un huerto casero y un vergel. «Jardín yo soy que...