Explica Rodolfo Llinás que la visión no es un acto inmediato, sino un acto de relación entre la información suministrada por otros sentidos, la memoria y la nueva información visual percibida (Pablo Correa, Rodolfo Llinás / La pregunta difícil , 2017, p. 53). Y, más adelante concluye que “vemos porque tenemos receptores de luz en los ojos; escuchamos porque tenemos células auditivas y sentimos porque tenemos receptores en la piel. Pero no tenemos receptores para el tiempo”. Y afirma que la percepción del tiempo está confinada dentro de nuestro cerebro, y pregunta a continuación ¿cómo podemos saber cuánto duran las cosas? (p. 158). Pero el hecho es que vemos pasar el tiempo al atardecer, oímos el trueno después de ver el rayo, sentimos el abrazo al verlo venir, y el imperceptible movimiento de las sombras de los edificios deja ver el paso del día y su desaparición la llegad...