En la columna ¿Ciudad? de la semana pasada (¿Remedio? 16/01/2014) se decía en su segundo párrafo que: “Si bien aquí se disminuyó fuertemente el número de los que insisten en manejar después de haber bebido, lo que sin duda es muy bueno y bienvenido, abrió las puertas al chantaje y la corrupción entre los Guardas de Tránsito, que históricamente han sido los funcionarios más investigados disciplinariamente, como es hoy el caso de Cali, incluyendo al Jefe de Guardas ( El País , 26/12/ 2013 ) y al que usando el carro oficial de un Concejal traficaba aguardiente ilegal.” O sea que se refería a dos personas diferentes pues dice “y al” y no “el que” pero igual debe quedar claro que no se estaba afirmando que el Jefe de Guardas fuera el mismo que llevaba aguardiente. Por lo demás sólo estaba repitiendo lo informado al respecto por El País. Desafortunadamente...