Para principiar, y como ya se ha mencionado en esta columna, el plan vial es parte, con el de usos del suelo, de un único plan urbano, y por tanto no se puede pensar por separado. Además implica al menos cinco partes: un plan director a largo plazo que incluye vías diversas para vehículos distintos (trenes, buses, carros, motos, bicicletas), y andenes para peatones también variados (normales, ciegos, discapacitados, niños, jóvenes, adultos, viejos, hombres y mujeres); la adecuación por etapas a dicho plan de lo existente; los cambios locales no contradictorios con el plan director; una nueva señalización y demarcación; y la educación continuada de peatones, automovilistas, motociclistas y ciclistas. Y desde luego lo importante es que todos esos asuntos diversos sean considerados con una visión transdisciplinar, lo que implica un equipo ídem, y sean tenidos en cuenta, mejorados, reemplazados o suprimidos según sea el caso, pero no ignorados de entrada. Desconocer la his...