Como ya se sabe, viajar permite apreciar mejor el lugar en donde se vive; por ejemplo, después de recorrer por tierra regiones de Europa y admirar sus bellos paisajes, lleva a valorizar la gran variedad de los de aquí y lo cercanos que se encuentran. Dos costas muy distintas y desierto en la Guajira; luego tres cordilleras diferentes con sus nevados y a su largo ríos y valles, infinitos llanos orientales y la selva amazónica, única en el mundo, y en todos ellos está presente la abundancia y diversidad de su vegetación y la de bellas aves; y se agradecen los climas tropicales del país, especialmente los medios, los que, sin estaciones, no varían tanto a lo largo del año. Y algunas pequeñas ciudades sorprenden como Mompox, Villa de Leyva, Barichara, Salento o Sandoná; y cómo no recordar la imponencia del Castillo de San Felipe en Cartagena de Indias, la ciudad y la muralla que la rodea, o el insólito emplazamiento del Santuario de Nuestra Señora del Rosa...