Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Rios

Lo prometido. 23.01.2014.

          Son cinco las razones para insistir en vivir Cali: el bello valle, la alta cordillera, la verde vegetación y su benigno clima, amen de una entrañable querencia en alguna hacienda; y hay otras mas, claro. De todas ya se ha hablado en esta columna mas vale la pena repetirlas juntas.           El bello valle del río Cauca es tan amplio y llano; recorrer su vías y caminos o verlo desde sus dos piedemontes es un placer. Cali se ve hasta bonita desde la capilla de San Antonio, aun mas desde el mirador de Belalcazar y ya es todo un espectáculo desde la Vuelta del Cerezo en la Salida al Mar, donde apenas asoma pero con el valle al fondo y atrás la Cordillera Central. Y desde esta se pueden ver sus atardeceres en la casa de la Sierra de El Paraíso o la de La Aurora cerca de Florida; y por supuesto desde otros muchos sitios. (Isaacs: María , 1867).        ...

El agua potable. 26.02.2009

El editorial de El País del pasado sábado lo dejó claro: el problema del agua potable en Cali es mucho mas grave de lo que el común de la gente piensa. Su solución es difícil y costosa, y ni siquiera forma parte de las “mega obras” en que nos quieren embarcar sin saber para donde es que navegamos. El acueducto del Rió Cauca no puede procesar sus aguas cuando están muy turbias, y ahora lo están por el prolongado invierno que lava sus erosionadas cuencas, las que seguimos deforestando sin ningún control, y su inusitada duración, mas de un año, sin duda se debe al cambio climático. Cuando llegue el verano, si es que llega y si es igualmente prolongado, será el del Río Cali el que se quedará sin agua pues no cuenta con el embalse que hace años se sabe que necesita, y que además permitiría controlar sus crecientes. Mientras tanto seguimos usando irresponsablemente el agua potable en inodoros y orinales, dejándola correr mientras sale caliente en la ducha, o lavando carros, pisos y andenes,...

Las carpas del río. 18.12.2003

Lamentablemente no se trata de los conocidos peces, si no de esa insólita ola, monótona, tiesa y morada, templada sobre el Río Cali, mal copiada de un adorno navideño de Medellín, y que no la han destruido o robado toda pues todavía somos presos de los espejitos y el oropel. Su propósito no es impedir que se moje el río, pues ha arreciado el invierno, como dicen malévolamente por allí, si no que dizque es para alegrarnos estas húmedas navidades. Que exceso; que despropósito. Como si nos sobrara dinero. Y para instalarla pisotearon lo poco que había quedado de las florecitas frágiles y abandonadas que la Cámara de Comercio sembró allí el año pasado. Claro que muchos encontraran bonitos los peces que vuelan por encima de la carpa, pero el punto es que el río no necesita de adornos si no que lo protejamos de verdad. Como dice Raúl Sedano, biólogo del CIAT, “se usan nuestros impuestos para engalanar una sección del Río Cali, […] con evidentes ejemplos de invasión del área forestal prot...

Las ciudades y el agua. 25.09.2003

En memoria de El Prof           Surgieron del Tigris y el Eufrates y a lo largo del largo Nilo. Algunas están en el agua misma: Venecia, Brujas, Ámsterdam (o Tenochtitlán). O debajo, como Santiago de Compostela que la lluvia llenó de soportales. Y Buenaventura y Quibdo, tan puertos como la florecida Honfleur, la pasional Rimini o los pequeñísimos Sífnos y Sérifos. Y todos los de todos los mares, lagos y ríos: Estambul, Lubeck o Alejandría; Rosetta en la desembocadura del Nilo, San Petersburgo en la del Neva, Nueva Orleáns en la del Mississippi y Barranquilla en la del Magdalena; Huelva, Cádiz, Málaga, Almería, Valencia, Tarragona, Barcelona y Cadaqués; San Sebastián y la Coruña; Trieste y Génova, y Nápoles, a donde fue a parar el oro de los indios; Zadar y Dubrovnik; Algeciras, por donde se va al Maghreb, y Tánger o Ceuta, por donde se llega, y Casablanca. En fin, La Habana, Panamá, Colon y la bella Portobelo. Ginebra y Lausana que compar...