Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2006

Por qué menos puentes. 21.12.2006

En las grandes ciudades colombianas habría que hacer mas andenes y menos intercepciones a dos niveles, y ninguna en sus cascos tradicionales. Como a mala hora se hizo en Cali, ampliando la Calle Quinta y llenándola de puentes. La parte mas vieja de San Antonio se escindió de La Merced y Santa Rosa y se separó violentamente del centro de la ciudad. Ni siquiera se consideró que hundiéndola desde la Avenida Colombia hasta la Calle Diez (como se debería de hacer ahora) se hubiera podido evitarlo. Y menos aun hay que hacerlas como de autopista pues sus orejas impiden la circulación de peatones y la buena continuidad del espacio urbano público. Se convierten en “agujeros negros” dentro de la ciudad, como el de la 15 con 25 y 26. Si son imprescindibles, precisarían al menos de diseños que permitan el acceso seguro de la gente al espacio libre que dejan dichas orejas, como el de la Aguacatala en Medellín, y la adecuada solución de la “sombra” que producen los puentes, en donde pronto se acum

Que piedra. 14.12.2006

“La arquitectura, una “piedra” en el camino de los discapacitados” tituló El País (29/11/2006), de una manera desafortunada, por decir lo menos, un informe sobre las llamadas barreras arquitectónicas, que son otra cosa; y por supuesto el que en Cali no haya andenes para todos es de lejos la primera y mas grave. La piedra en el camino de los caleños, y no solo de los discapacitados, es, precisamente, la falta de arquitectura. El trazado de las calles no es apenas un asunto de vialidad, cosa que torpemente pasan por alto los que defienden los diseños urbanos del Mio, muchos de los cuales además quedaran incompletos. El lapso refleja una ignorancia muy preocupante por lo generalizada en una ciudad que por lo mismo no vacila en elegir a un alcalde que ni siquiera la puede ver. Nada en los medios de información locales sobre la última Bienal de arquitectura colombiana y solo a veces algo folclorizante sobre el poco patrimonio construido que nos queda, debido entre otras cosas a nuestra at

Narcociudades. 07.12.2006

En Colombia muchos comportamientos mafiosos propios de los narcotraficantes han penetrado la sociedad entera, especialmente su economía y política, lo que se sabe desde hace años. Pero también y para mal han influido en el gusto y la arquitectura y por ende en las ciudades. Es lamentable que la arquitectura espectáculo de los nuevos “monumentos” de los países desarrollados sea burdamente copiada aquí, para cualquier cosa, por muchos de nuestros jóvenes arquitectos para hacer “cajas” vanamente de moda con “pieles” de vidrio, acero y madera de mentiras. Para peor de males la pertinente a nuestras circunstancias y determinantes geográficos e históricos no siempre es reconocida en su verdadero valor prefiriéndose como alternativa la tontamente folklórica. Situación política y cultural mantenida por la apatía de muchos colombianos y el poder de los que se lucran con ella. Desde los traficantes y las guerrillas y paramilitares que se financian en buena parte con las enormes ganancias que