La guerra que nos ha impuesto aquí el gobierno norteamericano contra la producción y tráfico de drogas, mas no contra su consumo allá, ha sido un fracaso ya reconocido por ellos mismos. Su uso continua aumentando en Estados Unidos, que con solo el 6 % de la población mundial, consume más del 50% de las drogas (ONUDD, 2011). Su inútil prohibición, también impuesta por ellos, genera enormes ganancias y permitió hacer en Colombia un gran negocio, y eso que apenas llega una parte de ellas. Pero que ha dejado degradación ambiental, muchos muertos, inseguridad y corrupción a todos los niveles, y ha penetrado nuestras tradiciones y comportamientos, afectando no solo la política, la economía y la sociedad, si no también el gusto y la arquitectura, pues construir de cualquier manera pero a la penúltima moda se volvió la manera mas expedita de lavar dólares, y las ciudades son cada vez mas feas, y se llenaron de desplazados ...