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Mostrando las entradas etiquetadas como pasado

No soñar cuesta. 20.07.2017

          El conocimiento del pasado, y no apenas del presente, que el ser humano transmite creando expectativas para el futuro, lo distingue de los animales. Este ser autoconsciente (Popper y   Eccles, El yo y su cerebro , 1977), conforma poco a poco costumbres, símbolos y mitos. Las primeras generan tradiciones y hábitos, los segundos gustos y artesanías que alimentan el arte, y los últimos tabúes y religiones que finalmente generan la ley para organizar la vida, la historia para recordarla y la filosofía para pensarla, que, para explicarla, se transforma en ciencia, la que permite dialogar civilizadamente con hechos y no con prejuicios (Carl Sagan, El mundo y sus demonios , 1995).           De la guerra por el poder deriva el deporte que, con el arte, terminó en sólo un espectáculo que regresa a la violencia con cada “barra brava”. Y como decía Mahatma Gandhi “nadie puede hacer el bien ...

Homo Deus. 01.12.2016

          Breve historia del mañana es como subtitula inteligentemente el historiador Yuval Noah Harari (Kiryat Ata, Israel, 1976) su reciente libro, pero es mejor leer su primer capítulo, La nueva agenda humana , después del resto. O, si se insiste en comenzar por el principio, no aterrarse con lo que allí se descubrirá (a lo que ayuda lo ameno de su escritura) y continuar adelante para encontrar explicaciones, muchas preguntas pertinentes y mucha información al respecto, y en últimas mas conocimiento.           ”¿ Cómo mueren exactamente los humanos?”, O, “¿Quiere […] saber cómo los “cíbors” [ seres formados por materia orgánica y dispositivos tecnológicos que tienen por objetivo mejorar las capacidades de la parte orgánica] superinteligentes podrían tratar a los humanos […] corrientes?”, O, “¿Por qué los intentos de consumar el humanismo podrían suponer su ruina?”, O, “¿Quién dará sentido ...

Recordando. 03.01.2013

La memoria colectiva son los hechos pasados que atesora y destaca una comunidad, cuyo significado y trascendencia hacia el futuro mantienen presentes en las ciudades la permanencia de los espacios urbanos y edificios en los que se sucedieron,   o lo son estos mismos incluyendo sus entornos inmediatos. Monumentos elegidos y públicos que así pasan a ser parte de las experiencias comunes de todos los días para sus habitantes, ayudando a su identidad con el escenario de la vida de cada uno de ellos y la de sus conciudadanos. Identidad que redunda en una mejor convivencia y mas seguridad y calidad de vida para todos.             Por eso es un despropósito la demolición por mas de medio kilómetro de las barandas, pérgolas y faroles de la Avenida Colombia, con mas de medio siglo de presencia en la vida cotidiana de los caleños. Y un acto ilegal, ya que por estar en el Centro Histórico de la ciudad ha debido ser consultado con el ...

Sin pasado. 20.01.2011

Además de paisajes y costumbres, la identidad de los caleños estriba principalmente en la memoria colectiva que tengan de sus edificios y espacios públicos mas significativos. Pero también en los recuerdos personales, como los de los que cruzaban el Puente Ortiz, en donde les tomaban fotos  al pasar, para recoger su correspondencia, incluidas las cartas de amor, en los bajos del Edificio Gutiérrez Vélez, en donde estaba el Correo Aéreo junto al río y al final una maravillosa “fuente de soda”. De esos edificios y espacios entrañables, como de las cartas de amor,  no queda sino el recuerdo y las fotos, por lo que vivir en Cali ahora es como haber sido desplazado, lo que no entienden los que llegaron después de su demolición. Pero que a su vez echarán de menos la Avenida Colombia actual, y de ahí la torpeza de su innecesaria modificación total.           Demolemos todo como si fuéramos ricos pero construimos pobremente, y mucho dine...

Del pasado. 30.12.2010

El Sr. Alberto Furman  afirma (Respuesta a columnistas, El País, 26/12/2010), refiriéndose a la columna “El cambio” (23/12/2010), que “Lo pasado pasó”. Verdad de a puño pero que no es el caso de los edificios que construidos en el pasado aun  presentes en las ciudades y que además son claves para su futuro, que era a lo que se refería la mentada columna. Y desde luego, como él dice, el problema no es que sean bonitos o no, pero si que formen parte o no de la memoria colectiva de los ciudadanos. El Capitolio Nacional,  ya casi con siglo y medio a cuestas, es para la mayoría en Colombia el símbolo de la nación, independientemente de que a muchos les parezca bello, que es muy diferente a bonito, y que algunos lo consideremos uno de los mejores edificios del país. Caso contrario es el de La Ermita, que apenas nos parece bonita a muchos y sin duda es muy discutible su anacrónico “gótico”, pero que es símbolo indiscutible de Cali y por eso un bien de interés cultural que todos...

Historia urbana. 25.11.2010

          El conocimiento del pasado y no apenas el recuerdo de la propia vida distingue al hombre de los animales, pero la historia corre el peligro de que no sea cierta, como advertía Tolstói y lo podemos comprobar con lo del M 19 y el Palacio de Justicia, por ejemplo. A fortunadamente la historia de la ciudad y sus edificios, en tanto que artefactos, se hace enfrente de ellos mismos ( G. C. Argan, La Historia del Arte como Historia de la Ciudad , 1983). Es posible analizar su presente, y no apenas su pasado, para pensar mejor su futuro. No descartar, por ejemplo, lo que en Cali dejamos de su valioso patrimonio construido, como algo puramente nostálgico o “histórico” que se “atraviesa” a una modernidad que es apenas su imagen. No entender su fundamental papel actual nos ha llevado a destruir edificios en lugar de construir ciudad, en un proceso inverso al que las originó, y de ahí que paradójicamente, aunque mas extensa y poblada, lo seamos cada vez menos....

El presente del Mio. 13.12.2007

El costo de todo el proyecto se calculó inicialmente en 1.2 billones de pesos. La Nación aportaría el 70% y Cali el 30%, comprometiendo para ello las vigencias futuras de la sobretasa a la gasolina. Pero el presidente saliente de Metrocali (van seis y pronto serán siete) estima que faltan 2 billones más para poder cumplir plenamente con los objetivos originales de brindarle a la ciudad beneficios urbanos, sociales y ambientales, y prestarle un servicio con eficiencia, confiabilidad y comodidad. Lo malo es que Cali no tiene el 30% que le correspondería. En consecuencia, como afirma el arquitecto Juan Marchant (El MIO días antes del “cajón” 10/2007), una parálisis financiera podría dejar por un largo tiempo las obras sin terminar y dañándose, como ya está pasando en la Primera y la Quinta, y la ciudad semi desbaratada. Pero lo mas probable es que el proyecto solo sea drásticamente recortado pues los negocios puestos en juego trataran de salvar las inversiones hechas. De hecho los trans...

Un pasado inconveniente. 29.11.2007

Los defensores a ultranza del Mio pasan por alto que los buses articulados hubieran podido ir por el corredor férreo, único en el mundo, evitado el alto costo de la perturbación de la ciudad con la construcción y operación de su línea principal, en lugar de forzarla por unas vías por donde no caben bien pues está concebida como un Metro de superficie . O que, a diferencia de la Curitiba de hace treinta años, de donde se copio el modelo, hoy es posible el control de acceso directamente en los buses, como en todas partes, evitando esas costosísimas, largas, anchas y altas estaciones centrales que generan separadores a los que no se puede acceder y que ni siquiera se han arborizado .           Olvidan también que, como en todas las ciudades, aquí el Mio apenas será un componente mas del sistema de transporte colectivo, y que ni siquiera se complementa con el tren de cercanías, pese a que existe un convenio con el Departamento para construi...

Ciudad: pasado y futuro. 18.07.2002

Las preocupantes premoniciones de El Club de Roma, de hace medio siglo, no se cumplieron del todo: hay comida suficiente pero lo que muchos no tienen es dinero para comprarla. Lo que si se está acabando es el espacio para vivir: el 50% de los habitantes de la Tierra hoy tienen que vivir en ciudades y en Colombia casi el 80%. Es evidente la imposibilidad de volver al campo y la necesidad de conservar la naturaleza. En las ciudades está el futuro, nos guste o no.           Un breve recuento de su larga historia nos muestra que se originaron en el oriente y pasaron a Europa, germinando en los cruces de caminos, los vados, las fortificaciones y alrededor de las ferias, encerradas por murallas. De allí navegaron al Nuevo Mundo. Cuando se disparó su poblamiento, en el siglo XIX, aparecieron los ensanches. Los automóviles permitieron más tarde los suburbios, que se extendieron como mancha de aceite por el territorio que las rodea, al punto de qu...