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Mostrando entradas de noviembre, 2005

Tareas. 24.11.2005

En años anteriores pero sobre todo recientemente, han sido planteadas en la Junta de la SCA del Valle preocupantes observaciones sobre algunos de los muchos problemas de Cali. De no ser resueltos pronto pueden comprometer en el futuro cercano su buen desarrollo urbano y, en consecuencia, la calidad de la vida en ella.             El desconocimiento del POT y sus fichas normativas es generalizado y su ajuste urgente en algunos casos. La total falta de control sobre la construcción y el lento y burocrático proceso de obtener las licencias de edificación lleva en muchos casos a la corrupción o a las vías de hecho. Todo esto hace que buena parte de lo que se está construyendo no sea lo adecuado o no cumpla con las normas o que estas no siempre sean las indicadas. Continua, si es que no a aumentado, el abandono de los cerros y los ríos. El jarillón del Río Cauca puede ocasionar un desastre, la localización del nuevo basurero sigue sin definir, aumenta la carencia de espacios verdes, s

Se hace camino al (des) andar. 17.11.2005

La arquitectura reciente en Cali comienza a debatirse entre los extremos a los que la ha llevado una especulación inmobiliaria dedicada no tanto a construir ciudad como a “urbanizar” tierras agrícolas o, directamente, a lavar dólares, apoyada en una posmodernidad mal entendida y signada por la proliferación del mal gusto que genero la bonanza del narcotráfico. De un lado, muchos arquitectos, olvidándose del clima, siguen con oportunismo y facilismo las modas de los países con estaciones y recursos que nos han penetrado a través de las revistas de arquitectura españolas, como ha sucedido en casi toda Latinoamérica. Del otro están los que reaccionan pero lo hacen con un folclrorismo solo seductor para aquellos que buscando un remedio a la globalización caen en brazos de lo “nuestro”. Pero poco a poco se consolida un tercer camino. Es el de los que sensatamente quieren ajustar las tendencias internacionales actuales a nuestras circunstancias, o los que buscan, por lo contrario, la act

Arquitectura sostenible. 10.11.2005

En los países industrializados y de estaciones los mayores consumidores de energía son los edificios, que la precisan para su iluminación y calefacción en invierno o enfriamiento en verano ( S. y S. Behling: Sol Power, 1966). Producida en buena parte con petróleo o carbón, indirectamente también son responsables de mucha de la contaminación del aire. Es imperativo su cambio, y con mayor razón en el trópico en donde fácilmente podrían ser ecoeficientes como lo son nuestros edificios coloniales y de tradición colonial. Tenemos que aprovechar nuestros climas benignos para consumir menos energía y agua potable, abusando de que las tenemos barata una y en abundancia la otra, y reciclar las aguas servidas y basuras para que no contaminen. Y también hay que reducir la contaminación auditiva y visual que invade nuestra privacidad y perturba las calles de nuestras ciudades, sobre todo en los climas cálidos en donde las viviendas y comercios suelen ser mas abiertos. En fin, producir el mínimo

Arquitectura y novela. 03.11.2005

Dice Milan Kundera (El Telón / Ensayo en siete partes, 2005) que a la novela hay que darle forma (igual que lo hace un arquitecto con los edificios) y que la composición adquirió para el arte de la novela una importancia primordial desde el principio. Como en la arquitectura, que, igual que la novela, es histórica y también arte. La historia común de las novelas, dice, las pone en múltiples relaciones mutuas que “iluminan su sentido, prolongan su alcance y las protege del olvido.” Igual que los edificios en cualquier ciudad, circunstancia que ignoran muchos arquitectos que entre nosotros limitan su conocimiento “histórico” al de las meras modas que nos son impuestas por revistas malas que sin embargo los seducen. “Arrancadas de la historia de sus artes, poco queda de las obras de arte” sentencia Kundera.             Los edificios sin referencias históricas pertinentes y explicitas pronto pierden su sentido y no llegan a alcanzar casi nada, o sencillamente extravían lo poco o mucho