Este muy conocido estilo de fines del siglo XVI es la última etapa del Renacimiento en Italia, pero su influencia es diferente en Austria, Alemania, Inglaterra, Portugal y España; y en América. Su nombre viene del francés, baroque, de Baroco, un silogismo (proposición que se deduce de otras dos) y del portugués, barroco, perla irregular. Presenta espacios complejos, fachadas curvas en alzado y profundidad, grandes escaleras, amplias vistas y falsas perspectivas, y una ornamentación profusa de volutas, roleos y otros adornos curvos. Es la expresión de la Contrareforma y la monarquía absoluta, las que lo unen con Iberoamérica, pero su influencia aquí es posterior y cada región lo vivió y vive de acuerdo a sus posibilidades económicas y tecnológicas, modos de vida y sensibilidades. Como pasó en muchas catedrales e iglesias de las distintas comunidades por todo el Nuevo Mundo, que en los siglo...