A quien se le puede ocurrir volver este tradicional barrio de Cali un sector comercial, siendo el único de valor patrimonial que se salvó pues de La Merced no quedan si no un par de calles. ¿En donde están los estudios que sustentan semejante despropósito? ¿No ven lo que pasó con la Avenida Sexta y después con Granada y el Parque del Perro? Porque los desplazados en este país son también los de las ciudades que son forzados a abandonar sus viviendas y convertirlas en locales comerciales con la esperanza de arrendarlos. Pero aparte de tiendas, algunos restaurantes, pequeños hoteles y una que otra oficina, no hay otra demanda, y el barrio lo que necesita es que las Autoridades controlen el ruido de los que lo quieren confundirlo con la Sexta, y que regularicen sus calles para poder ampliar sus andenes. Esta Administración, afortunadamente ya de salida, lo que debería haber hecho son los grandes parqueaderos públicos subterráneos propuestos desde hace años para que el Centro pueda r...