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Mostrando entradas de noviembre, 2000

Vida y muerte. 30.11.2000

El 23 de noviembre se inauguró en Medellín con mucho éxito la XVII Bienal Colombiana de Arquitectura. Muchas obras de calidad, varias conferencias, algunas exposiciones y un magnífico libro que no solo recoge lo presentado a la muestra sino textos de los más destacados críticos e historiadores del país sobre su arquitectura y sus ciudades en el último siglo.           El Premio Nacional de Arquitectura, que no solo es para edificios o arquitectos sino también para historiadores, críticos y maestros y en general para hechos significativos para la arquitectura y las ciudades colombianas, fue en esta oportunidad entregado, con gran acierto por parte del jurado, al programa de parques de la Alcaldía Mayor de Bogotá en cabeza de Enrique Peñalosa. Fue un elocuente reconocimiento a la arquitectura de la ciudad, a la vida ciudadana, a la vida. A la importancia de las ciudades, de la calidad de vida en las ciudades. Un premio al hecho de que las cosas se cambian más rápido con votos que esc

La ciudad y sus problemas.16.11.2000

Karl Popper decía que era el más feliz de los filósofos; que le había tocado vivir una época en que la humanidad, gracias a la ciencia, ha resuelto la mayor parte de los problemas que hasta mediados del siglo XX parecían sin solución. Lo que ha significado, entre otras cosas, el mejoramiento de las ciudades en las que viven mayoritariamente sociedades que son las más confortables, las más pacíficas y la más justas que jamás hayan existido. Por supuesto Popper se refería a los países desarrollados y civilizados pero no necesariamente a los más ricos.           No obstante, es evidente que las ciudades afrontan difíciles y graves problemas. Como el abastecimiento de agua en México, o en Karachi a la que hay que llevarla desde 100 km. de distancia, o Chihuahua que la tiene racionada permanentemente. O tienen críticos problemas de habitación, como Daca, en donde la mitad de sus ocho millones de habitantes viven en tugurios; o de electricidad, como Nueva Delhi, en donde es cortada frecu

Mirando por el centro. 02.11.2000

El tío Petros dice en la deliciosa novela de Apóstoles Doxiades, hablando de la famosa   Conjetura de Goldbach, que a veces las cosas parecen sencillas sólo en retrospectiva. Ahora que las hemos destruido se volvió elemental y fácilmente visible que lo que hacía bella la ciudad tradicional eran sus sencillas pero contundentes calles.           Son tantas las barbaridades que muchos de los que tienen que ver con el espacio urbano público cometieron, o dejaron cometer, que se concluye que fueron víctimas de una epidemia de ceguera. Cómo explicar de otra manera que permitieran esa terrible perversión de los balcones que son los voladizos, responsables de la destrucción de numerosos paramentos, defendiéndolos como protectores de los peatones sin ver que invadían taimadamente el espacio público movidos por la más elemental codicia. Su más abominable vulgarización, avanzar un poquito en cada piso, acabó con las calles de muchos barrios y pueblos. Pero lo de verdad terrible fue que dejaro