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Mostrando entradas de enero, 2020

San Fernando. 29.01.2020

Por razones geográficas e históricas, es decir urbanas, económicas, sociales y éticas, el lote del antiguo Club San Fernando debería destinarse para edificios y espacios urbanos de uso público. Y dada su vecindad con el Estadio, el Hospital, la sede de San Fernando de Univalle, y el Parque del Perro, debería ser el eje de la centralidad peatonal de una de las ciudades dentro de la ciudad que hay que acabar de conformar correctamente en Cali, alrededor de iniciativas espontáneas; las otras al sur serían la de la Plaza de toros y la de las universidades. Sería la forma recta de finalizar la torcida historia reciente de lo que quedó de ese tradicional club que fue un importante hito de Cali desde mediados del Siglo XX a inicios del XXI. Es imperativo en esta ciudad, que para muchos no tiene historia, recordar que acabar con la sede del Club San Fernando fue un vergonzoso error como la demolición innecesaria del Batallón Pichincha, el Palacio de San Francisco, el Club Colombia, el Hot

Cruces viales. 22.01.2020

Los ‘deprimidos’ para el cruce de la Circunvalar con la Cr. 4ª, y de esta con la Cl. 2ª (El País, 14/01/2020) sin duda son necesarios y económicos, y no afectarían mal el espacio urbano público y por eso mejor hablar de pasos bajo nivel. Pero el ‘gran’ puente de entre 30 y 50 mil millones de pesos para darle continuidad a la Cl. 5ª hacia el Oeste sí es deprimente: sería un cruce a tres niveles en pleno centro, para carros y la mayoría particulares, que contribuiría a tapar lo que queda de la vista al Cerro de la Tres Cruces desde la Cl. 5ª, que mejor se debería hundir entre la Cr. 10 y la Av. Colombia, agilizando el tránsito y dejando arriba un paseo que junte la ciudad que partió hace medio siglo. Extraña que en la Secretaría de Infraestructura no se hayan percatado de que el paso propuesto de la Cr. 4ª bajo la Cl. 2ª agilizaría el actual tránsito de la Cl. 5ª hacia el Oeste, y que si no fuera suficiente sería más económico, y sobretodo más beneficioso para el espacio urbano pú

Menos CO2 más futuro. 15.01.2020

¿Cuándo se fomentará en Colombia seriamente el uso de carros eléctricos? Pues aunque la Ley 1964 establece beneficios y disposiciones para que en 2022 rueden 6000, no será suficiente ya que, según el Runt, se inició el 2018 con 13,6 millones con motor de combustión interna. ¿Cuándo tendremos ferrocarriles a lo largo de los ríos Cauca y Magdalena y en los Llanos paralelo a la Cordillera Oriental? ¿Cuándo se decidirá por pequeñas hidroeléctricas y no grandes y problemáticas, y más energía solar y eólica pero sin dañar el paisaje? ¿Cuándo se despenalizará la coca cuyo cultivo ilícito arrasa los bosques y ¿cuándo se limitará la crianza extensiva de animales y su consumo? “Existe una emergencia inmensa que nadie considera una crisis, mientras quienes guían los países se comportan de forma inmadura. Hace falta despertar y cambiar las cosas” reclama Greta Thunberg y a quienquiera que sea, dondequiera que esté “¡te necesitamos!” lo llama, y señala que podemos limitar al máximo el uso de

Adiós belleza. 08.01.2020

      Se está acabando con la naturaleza, comprometiendo la vida en el planeta, y con el placer de vivir su belleza. Se ha dañado lo más hermoso de las ciudades, como suelen ser sus centros tradicionales; sus nuevos desarrollos, con sus casas o edificios repetidos idénticos, son codiciosos no bellos; sus alrededores son desordenados y feos en todas partes; la belleza del campo es dañada por extensos monocultivos; los parques naturales son invadidos y estropeados; las selvas quemadas.      En las ciudades recostadas a cordilleras, como muchas a lo largo de Los Andes, sus laderas son afeadas con edificios laminares altos y repetidos y vallas aéreas de propaganda, que no permiten disfrutar desde abajo su belleza la que interrumpen u ocultan del todo, y lo mismo circulando por entre ellos; y que se tapan unos a otros la vista de sus ocupantes hacia arriba, a la cordillera, o hacia abajo, a la ciudad, lo que al parecer no les importa. Y están los ‘rascacielos’ snobs e inoportunos por t

La diputada francesa. 01.01.2020

Esta reciente novela de José Ramón Burgos Mosquera es toda una grata sorpresa. No solo por su historia de amor (cinco y el último está por verse en qué termina) sino que es muy interesante por los temas a que alude y que van desde lo cultural a lo político pasando por lo social / religioso / económico, y hasta lo antropológico, todo enmarcado por la geografía, la historia y los personajes de diversos lugares del planeta en los que suceden después de la II Guerra Mundial asuntos de gran actualidad y relacionados cada vez más entre sí en este mundo globalizado de inicios del Siglo XXI, y sólo falta la amenaza del cambio climático que los vincula a todos ya sea de una manera u otra. También se recorren varias ciudades, como París, Barcelona, Madrid, Niza, Marsella, San Francisco, Ash, Basilea, Berna, Jerusalén, Tel Aviv, Lyon, Bogotá, Cartagena de Indias, ‘Buena Ventura’; y lo que dice de unas resuena en las que no se dice nada, como esas colinas de San Francisco que contrastan con