Ir al contenido principal

Haciendas. 19.08.2010

            Son esencia de lo vallecaucano por su papel político, económico, social y cultural en una comarca caracterizada por ellas. Ejemplo de la arquitectura que deberíamos hacer hoy, pues siendo españolas tienen raíces prehispánicas y afrontan el trópico. Pero preferimos imitar, y mal, formas foráneas que la mayoría solo ve en la reproducción ocasional en la prensa nacional de las fotos engañosas de las revistas especializadas que nos llegan, que son las que ven nuestros arquitectos de moda. Vale la pena, pues, hablar de ellas, y visitar sus entrañables casas alrededor de Cali y Yotoco y, en “la otra banda”, Quilichao, Florida, Cerrito y Buga, o al menos verlas en las fotos de Sylvia Patiño (El Alférez Real, y, María).
            Belalcazar, buscando salir al mar, dio con este valle de buen clima y bellos paisajes. Pero amenazaban los pijaos y sus encomiendas quedaron en su ancho y fértil sur. En el XVIII, el asedio ingles a las colonias llevó a los Borbones a privatizar su tierra, originando grandes haciendas, ganaderas o de trapiche, que producían leche, carne, azúcar, miel, aguardiente, equinos y esclavos para el consumo local y las minas del Pacifico (Colmenares, Cali: terratenientes, mineros y comerciantes, 1975). Del río a la cordillera tenían varios pisos térmicos y formas de trabajo y tenencia, como el “ayllu” inca,  y propietarios, arrendatarios y vaqueros criollos, aparceros y peones indígenas, y esclavos africanos, y varias eran jesuitas a una jornada a caballo una de otra.
            Casi pueblos con sus portadas, capillas “abiertas”, rancheríos de esclavos,  campamentos, trapiches, ramadas y vallados, sus casas, mejores que las urbanas y símbolo de sus propietarios (Téllez, Historia del Arte Colombiano, 1975), se emplazan en “el plan” evitando el sol, en una elevación junto a una quebrada” o sobre un zócalo, como las “kanchas” incas, y en “la loma”, mas fresca, miran al valle. Cimientos de canto rodado, muros de “embutido”, tapia pisada o adobes,  suelos de piedra y ladrillo, y cubiertas de teja árabe sobre armaduras de par y nudillo. De un piso y “de alto”, tienen corredores periféricos, recintos genéricos, patios abiertos a la brisa y bellos baños de inmersión. Sus volúmenes blancos y corredores y techumbres oscuros,  cambian con la luz, sus espacios suenan y huelen, y sus recorridos acodados deparan vistas variadas. Inicialmente sus albañiles siguen, con técnicas indígenas y gusto mudéjar, las “almunias” hispanomusulmanas, y evolucionan hasta el siglo XX (Barney y Ramírez, La arquitectura de las casas de hacienda, 1994).
          Con los ingenios, quedaron para trabajadores y depósitos. Algunas las cuidan sus dueños, como la Concepción o La Julia, en Buga, o las restauran, como Piedechinche (Museo de la caña),  El Paraíso, Liverpool (Caliviejo) y Arroyohondo. Otras se demuelen para sembrar, o urbanizar, como El Cedro, en Florida, ya rodeadas de suburbios, o sucumben a la decidía, como El Alisal, Perodias, o Cañasgordas, pese a ser Monumento Nacional. Coloniales, de transición o republicanas, son nuestro mas importante patrimonio (unas cien, con las de “potrero”) por su calidad e historia. Pero no vemos su valor cultural ni su uso como paradores o sedes campestres, como en el altiplano cundiboyacense o el eje cafetero.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

Viaje a la arquitectura

  Recorriendo su bello país de la mano de José Saramago (Azinhaga, Portugal 1922-2010 Tías, Las Palmas, España, Premio Nobel de Literatura de 1989) de octubre de 1979 a julio de 1980, es muy grato encontrar a lo largo de Viaje a Portugal, 2022, más de 726 páginas de comidas, bebidas, gentes, paisajes, plazas y parques. Y capillas, iglesias, palacios, castillos y murallas -17 declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la gran mayoría muy interesantes para entender, con las palabras de Saramago, en qué consiste lo emocionante que pueden ser, y por qué “la utilidad no es incompatible con la belleza” (p. 450) y que “la arquitectura, sólo por sí, puede hacer feliz a un hombre” (p. 439). Escribiendo sobre la iglesia del Senhor Bom Jesus, en Matosinhos, dice Saramago que su arquitecto, Nicolau Nasoni (San Giovani, Valdarno, Italia 1691-1773 Oporto, Portugal) supo “entender los misterios del granito lusitano, darles espacio para llegar mejor a los ojos, alternando lo oscuro de la...