Como viene pasando en Cali desde cuando hace cien años pasó a ser la capital del nuevo Departamento del Valle del Cauca, y en general en el país desde el primer Centenario de la Independencia, acabaremos con otra tradición urbana de mas de sesenta años. El Restaurante Paseo de los Turcos se va ha cerrar para dar paso a la incomprensible demolición, pues se pueden remodelar e incluso quitarles uno o dos pisos, de los edificios que conforman ese viejo pórtico en la llamada manzana “T prima”, en donde se hará la “Plazoleta de la caleñidad”, dejando apenas el de la esquina, y en donde previamente se había tirado una casa con valor patrimonial para improvisar un estacionamiento para el Municipio. Pensar que regresará allí cuando se termine el nuevo edificio que se hará quien sabe cuando, es ingenuo.
El proyecto había sido objeto de un concurso publico de arquitectura hace unos años, como manda la ley, y adjudicado y pagado. Pero fue realizado nuevamente por otros arquitectos a los que les fue dado a dedo, como todos los de las 22 “megaobras”, y será modificado por los contratistas de la obra como lo estimen conveniente, pese a que eso fue precisamente lo que llevo a las chambonadas del MIO, como en las calles 13 y 5ª, y al lío de la Calle 26 en Bogotá. Con seguridad el Alcalde Ospina no alcanzará a inaugurar la mentada “plazoleta” pues no hay nada que permita pensar que no se demorará varios años, como todas las ultimas obras públicas de la ciudad. Ya habrá obtenido lo que buscaba allí, y la responsabilidad de los inconvenientes que ocasionen los trabajos desde luego no la asumirán sus sucesores.
Es significativo que las 22 “megaobras” se inicien con una de las menos importantes y urgentes, y que su único acierto -su gran estacionamiento público subterráneo-, se hubiera podido hacer sin necesidad de demoler casi todos sus edificios, pues buena parte de la manzana ya es un lote. Y con mas “plazoletas” alrededor del CAM, lo único que logrará es dejarlo mas aislado, despropósito en el que se ahondará si se hacen otras mas en la actual Avenida Colombia, en lugar de mejorar su relación con el Paseo Bolívar y el Río Cali. “Detalles” que a la gran mayoría de los que hoy habitan en Cali nada les significa pues son recién llegados a una ciudad sin una tradición urbana firme con la cual “conectar”, como cuando se llega a una con un gran centro tradicional consolidado, pues aquí se lo ha destruido poco a poco.
Afortunadamente es una de las “megaobras” cuya construcción menos inconvenientes acarreará, y que servirá para que los que creen que todas significan progreso y modernidad se den cuenta de lo que pasaría con el túnel de la Avenida Colombia, cuya construcción haría colapsar el transito por el Centro, afectando el de toda la ciudad, pues antes sería necesario completar otras vías, como las que se indicaron en el Plan del Centro Global, ignorando por esta Administración. Debería ser obvio que primero hay que hacer, y bien, la Autopista del Bicentenario, pero seguimos aplaudiendo ciegamente el inicio de las “megaobras” sin ver que su mayor inconveniente es cuándo se terminarán pues tienen problemas legales, de adquisición de predios, de ingeniería y sobre todo de diseño ya que no los hay completos.
Comentarios
Publicar un comentario