Relieves, climas y vegetaciones generan paisajes distintos, biológicamente vitales y que culturalmente dan identidad y convivencia: paz. La arquitectura se les agrega y los modifica, para bien o para mal. Son historias que cambian poco a poco con las generaciones, o de improviso, como en Cali, quedando paisajes o edificios como únicos testigos. Pero siempre juntos, o revueltos, extrañamente se miran, nombran, analizan, muestran y enseñan por separado. Paisajes naturales, si acaso con alguna arquitectura vernácula; rurales, campesinos o agroindustriales extensos y monótonos; suburbanos, cerca a las ciudades; urbanos, o sea los barrios tradicionales y ensanches; centrales, el corazón de las ciudades y su imagen; o históricos como los pequeños y viejos centros fundacionales. Hoy para muchos los paisajes son casi siempre paisajes urbanos y habría que ver su belleza y su papel e...