Cerca de la tercera parte de las 24 horas del día y de la mitad del área de las casas se usa para pasar la noche pero a su diseño, amueblamiento y uso no se les presta el cuidado suficiente para poder dormir mejor y disfrutarlo más. Se trata de cómo evitar los ruidos y luces ajenos y los de la casa misma, el calor o el frío, y garantizar el recogimiento que permita pensar, meditar y recordar antes de dormir y soñar, en lo que calidad de la habitación sin duda desempeña un importante papel aunque difícil de precisar, además de que varía de una persona a otra al “hallarse en el estado de reposo que consiste en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario”, según el DLE. Pero casi siempre antes de dormirse se suele pensar, meditar y recordar, lo que sin uno darse cuenta se hace con todos los sentidos en contacto con las sabanas y cobijas y a través de estas con la cama; y con la nariz, los oídos y los ojos, aunque estén cerrados, con la habitación, ...