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Ambalema. 05.01.2022

 Este bello e interesante puerto colonial en Tolima a orillas del río Magdalena, en pleno trópico (241 msnm y 4°46’ latitud N) del que queda La Factoría, 1778, estanco tabacalero, y la Casa Inglesa, c.1850, hoy lamentablemente en abandono, centro de un importante emplazamiento tabacalero durante el Siglo XIX (Ambalema, Guía de reconocimiento territorial, Ministerio de Cultura, sf). Sus calles, paisajes y celebraciones se pueden ver en los videos de la Fundación Amigos de Ambalema Viva, cuyo objeto es rescatar, vigilar y apoyar su desarrollo cultural, social y ambiental.

La fundación de Ambalema, el 15 de agosto de 1627, se suele atribuir a Lesmes de Espinosa Sarabia, oriundo de Santa Cruz de Tenerife y oidor de la Real Audiencia de Santafé de Bogotá, con el fin de congregar en el sitio elegido por dicho oidor, entre Honda y Girardot, a la población indígena de las varias encomiendas cercanas existentes. Así, diferentes comunidades pasaron a residir y ser adoctrinadas en la nueva población de la entonces llamada Santa Lucía de Ambalema del Río Grande de la Magdalena (José Alexander Pinzón Rivera, Credencial Historia /10/2019).

Pero lo más interesante de Ambalema es que en sus iniciales manzanas ortogonales, de diversos tamaños, sus constructores, probablemente recordando los soportales frecuentes en la arquitectura hispanomusulmana, levantaron sus casas de un piso con un pórtico en su frente que, unido a sus vecinos al lado, conforman un bello y continuo soportal de pie derechos de troncos de árbol, único en el país e incluso en Hispanoamérica, soportales que se pedirían en las Leyes de Indias de 1680 y que se pueden recorrer en Cartagena o en la Habana y otras ciudades coloniales y Cali los tuvo.

Soportal es el espacio cubierto que precede a la entrada en algunos edificios (AZ-Las palabras de la arquitectura, 2012, B B-C) o de manzanas de casas, permitiendo a los peatones protegerse de la lluvia, el frío o el sol. Su forma es la de un porche, galería o pórtico alargado que no se limita a la entrada principal, y que en Ambalema recorre sin interrupción casi todas sus viejas calles, justamente lo que las hace muy pertinentes en los climas tropicales cálidos y medios como lo son muchos en Colombia, en donde con frecuencia se encuentran soportales en sus ciudades, pero siempre a pedazos.

Se trata de un ejemplo más de la antigua y pertinente unión de urbanismo/arquitectura, como lo es la propuesta de un grupo de profesionales, adjunto a la SMP, de un nuevo eje urbano y regional para Cali, de Yumbo y Jamundí, alargando el par vial de las Calles 25 y 26, no excluyente como los anteriores proyectos al respecto, sino integrando el tren de cercanías y la autopista urbana ya propuestos, junto con andenes arborizados, pórticos corridos y la alameda más larga del mundo, que crearían más espacio urbano público y encuentro social unificador para la Cali Metropolitana.

La lección de Ambalema es recordar que en Colombia lamentablemente se olvidó, con la vulgarización de la arquitectura moderna y el desarrollo de la construcción en el Siglo XX, que la gran mayoría de los nuevos edificios son ante todo una parte más de la ciudad existente. Y en muchas de sus ciudades la normativa al respecto es inadecuada y favorece preferencialmente el interés inmediato y puramente económico de los nuevos urbanizadores y constructores, los que abundan en ciudades que crecen muy rápido, pero que no ven que una mejor ciudad/edificio sería un mejor negocio.

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